Capitulo 3

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#FANFIC

RACHEL

Luego de mi semana de reposo y una visita de rutina a mi obstetra, puedo ir nuevamente a la central.

Ahora que mi ascenso a capitana está en mi mejor momento no puedo darme los lujos de faltar más de lo recomendado.

Debería rendirle cuentas a mi coronel, pero al tener a Alex de mi lado todo me resulta más fácil.

Llego a la central después de un desayuno muy sano para mí gusto.

Bajo de la camioneta y Luisa está bajando del Jeep de Simón con la pequeña Peyton en brazos.

Ni siquiera saludo a Luisa porque no tardo en acaparar a Peyton.

Está tan hermosa y grande.

No puedo creer como crecen los niños, espero que los míos lo hagan lento porque no voy a querer que dejen de ser bebés nunca.

- Yo también me alegro de verte, querida mejor amiga - me abraza de lado.

- Lo siento, es que esta hermosura se roba toda mi atención - le hablo a Peyton y suelta una risa de bebé.

- Pero si es la bruja mayor - llega Simón y lo saludo con un beso en la mejilla.

- ¿Puedes llevar a Peyton a la guardería? - le pregunta Luisa a su esposo - tengo que hablar con Rachel.

Simón se lleva a la niña y Luisa se pega a mi brazo caminando hacia los dormitorios.

-¿Cómo estás?.

- Bien, las náuseas vuelven a veces pero la dieta me está ayudando bastante.

-Me alegro - me da un apretón en el brazo - estoy tan contenta de que puedas tener está experiencia después de todo lo que pasaste.

- Estoy igual, ahora lo único que quiero es que Christopher gane la candidatura y poder irme a Washington.

Luisa pone cara triste y se que es porque me iré de vuelta.

- Hey, no pongas esa cara. Sabes lo que implica el tener que quedarme, prefiero irme - le acaricio la cabeza - además estaré más cerca de mi familia y ustedes podrán ir a vernos cuando quieran. Mis hijos van a necesitar una tía como tú.

Me abraza y se va para que pueda cambiarme.

Entro a mi oficina y hay una pila de informes atrasados con los que tengo que ponerme al día.

El hambre me toma al mediodía y tengo que correr a la cafetería porque siento un agujero en el estómago.

Los escoltas no me dejan acercarme a pedir mi comida y cuando me la traen no es más que la asquerosa dieta que estoy harta de comer.

Me siento en la mesa de mis amigas y comenzamos a hablar de todo lo que me perdí esta semana.

Se callan cuando entran Gema, Liz y Laurens a la cafetería. Tienen varios sobres en la mano.

Comienzan a repartirlos y cuando llegan a nuestra mesa es Gema la que habla.

- Espero ver a todas en la boda - me mira - bueno, no a todas pero se entiende.

- No creo que pueda ir - dice Brenda aceptando el sobre.

- Si es por la preciosura de Harry va a haber una sala solamente para niños, no tienes de que preocuparte .

Que hable así de mi sobrino me quita el apetito.

- Las espero - se va a seguir con su ridiculez.

La ira quiere aparecer pero no, tengo que controlarme porque esto puede desencadenar a algo peor.

- No iremos - Luisa acaricia mi brazo.

- Si iremos - les digo - soy su viceministra y voy a ir aunque esta ridícula no quiera.

Me levanto porque tengo muchas cosas que hacer.

La boda es el fin de semana, debo buscar un buen vestido para semejante ocasión. No todos los días se casa el amor de tu vida.

Mi madre una vez me dijo que si la situación te sobrepasa lo mejor es tomarla con humor.

Mando un mensaje al grupo de mis amigas pidiendo una tarde de chicas y todas responden de inmediato con un "si".

A la tarde, voy a mi habitación a cambiarme y ya lista bajo al estacionamiento.

Nos repartimos entre mi camioneta y el auto de Alexandra.

Luisa viene conmigo y Laila con Brenda van en el otro auto.

Llegamos al centro comercial y empezamos con la búsqueda.

Me voy a ver los vestidos negros que parecen sencillo pero en mi cuerpo no lo serán.

- No - dicen a mi espalda - tenés que ir con algo provocador.

Volteo a ver a Luisa y Laila.

- El vestido tiene que gritar "mira lo que perdiste y nunca vas a recuperar" - dice Laila.

- ¡Si! Justamente eso.

Una nueva búsqueda comienza.

Me muestran varios pero ninguno es de mi total agrado, hasta que lo veo.

Es perfecto.

El color, el modelo, la talla, todo.

Este vestido grita Rachel, usame.

Me lo pruebo y quedo más fascinada de lo que ya estaba.

Lo compro y pasamos lo que queda de la tarde alistando los últimos detalles en el spa y peluquería.

Tal Vez (Fanfic Pecados Placenteros)Where stories live. Discover now