~⚛️~ Capítulo XXVI ~⚛️~

249 19 10
                                    

~⚛️~ Medusa. ~⚛️~

    El equipo de Catra tenía la situación bajo control. Mientras el aliado felino se encargaba de Pantera, ellas peleaban con Evil Lyn. Catra no sentía ni el revoloteo de Sorceress, ni su sonido y eso la preocupaba un poco. Sabía que el sobrino de Hordak debía estar en aquél edificio, pero tampoco lo sentía en el salón.

    — ¿Dónde están Zed y Sorceress?

    — Al niño lo convertí en piedra y a Sorceress, mmhh... —aparentó pensarlo—. ¡Ah, sí! Agarré a ese pajarraco desprevenido luego de que liberó a mi prisionera y ¡estatua!

    Ella rió malevolamente y Catra chasqueó la lengua. Furiosa, volvió a dar el primer golpe, siendo asistida por su camarada en esta pelea. Estaba tan metida en la situación que olvidó completamente el dolor de sus ojos. Comenzó a pensar en una estrategia, pero en ese momento Ángela le susurró al oído.

    — ¿No saben que secretearse en reunión es de mala educación?

    — Preguntó la más mal educada de este asqueroso lugar.

    Eso molestó a la antagonista de éste arco y gracias a su báculo esférico, les tiró un rayo de poder que las separó. Planeaba encargarse de Ángela primero y de Catra después, pero una de ellas le fastidió la jugada, incapacitado su vista.

    — ¡Ahora! —gritó la reina.

    Gracias a los poderes brillantes de Ángela, Evil Lyn no podía ver y Catra dio el siguiente paso. Se aproximó a ella mientras estaba aturdida y en un frenético manoteo, logró arrebatarle el báculo de las manos. Dio un salto hacia atrás, volviendo a tomar distancia y violentamente tiró el cálculo sin saber a dónde. Tuvo suerte de que aquél objeto se dió de lleno contra una pared y por el impacto la esfera se rompió, quebrándose en miles de fragmentos.

    — Upss... que torpe —dijo con el tono más sarcásticamente inocente que encontró—, se me resbaló.

    Ángela la miró como para decirle que no la provocara, pero luego recordó que Catra no podía verla y se lamentó, decidiendo guardarse el comentario.

    Evil Lyn se recuperó rápidamente y lanzó algunos rayos con una de sus manos, mientras que con la otra sostenía el espejo de Medusa. Ángela tomó a Catra en sus brazos y corrió rápidamente, impulsándose un poco con sus alas para ganar velocidad y aprovechó para informarle sobre el por qué de ello. Catra sugirió que se escondieran tras el trono de huesos, sabía que Evil Lyn no se atrevería a romperlo, por más de que supiera que estaban allí y aprovechó para comentarle a Ángela la nueva estrategia.

    — Angelito, se que me lanzaste brillantina a la cara, pero no quedé ciega como esa gata roñosa... puedo ver muy bien que están ahí atrás —informó haciéndose la aburrida—. ¿Por qué no me ahorran la molestia y dejan que las convierta? Será inevitable y lo saben.

    — ¡Lo único inevitable va a ser la paliza que te llevarás una vez ponga mis manos en tí! Pero juguemos, intenta atraparme antes de que eso ocurra.

    Catra se limpió la sangre de los ojos, otra vez le dolían una infinidad y aún no podía abrirlos, pero debía seguir... su mente repetía “Primero Adora, luego tus ojos”, una y otra vez. Ángela estaba preocupada por ella, comenzaba a confiar en su palabra. Luego de que Catra le aseguró estar preparada, ambas salieron de su escondite, Ángela corrió a la derecha y Catra supone que a la izquierda. En todo este tiempo también estuvo utilizó las manos para desplazarse, lo cual le permitía sentir las vibraciones del suelo y saber dónde se encontraba cada individuo, reconociendo a una u otra gracias a su olfato y oído.

Por el Honor del Amor y el Poder Celestial. [Catradora]Where stories live. Discover now