~⚛️~ Capítulo VIII ~⚛️~

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~⚛️~ Hermanos. ~⚛️~

    — ¡Adora!

    Gritó Catra arrojándose sobre ella ya que un robot iba a Atacarla. La tomó en brazos y se alejó rápidamente. Al dejarla sobre el suelo la miró con el ceño fruncido, intentando mantener la calma. La había salvado una vez más.

    — ¿Qué fue eso? ¿No puedes traer a She-Ra?

    — No, no es eso —sacudió la cabeza intentando concentrarse—. Sólo no pude pensar con claridad.

    — Ahora no es momento para eso. Primero hay que deshacerse de estos robots y luego capturar al esqueleto que está peleando con tu versión masculina. Después habrá tiempo para pensar, ahora arriba y andando.

    Adora asintió, sabía que Catra tenía razón. Se obligó a tomar su confusión junto a sus otros sentimientos e ideas entreveradas, los metió en una caja imaginaria y se levantó. Más tarde se ocuparía de ello, ahora era momento de demostrar quien mandaba. Extendió su mano y concentrando su poder cerró los ojos.

    — ¡Por el honor de Grayskull!

    La misma luz celestial que había envuelto a Adam momentos antes se hizo presente. Adora tomó su espada sosteniéndola en alto para que segundos después She-Ra aparecese una vez más. Salió junto a Catra a combatir a los robots, She-Ra clavó su espada en unos cuantos causando un corto circuito instantáneo y a otros los levantó en brazos para tirarlos contra más robots haciendo que exploten por el impacto. En menos de diez minutos el escuadrón de mejores amigos se había deshecho de los robots.

    She-Ra miró a He-Man quien seguía en su duelo de espadas con Skeletor. El rubio parecía combatir a la defensiva y buscaba alguna manera de poder inmovilizar a su rival para así capturarlo, mientras que el adversario mostraba sus grandes dotes como espadachín atacando ferozmente. La chica dedujo que su aliado estaba intentando ganar tiempo, entonces decidió tomar cartas en el asunto. Corrió hacia Skeletor llegando por el lado y lo tacleó, reduciéndolo en el suelo.

    — ¡Una mujer He-Man! ¡Este es el peor día de mí vida!

    Se quejó Skeletor, intentando zafar de la imponente rubia. Logrando alcanzar su báculo de carnero le disparó un rayo de energía a la cabeza se She-Ra, haciendo que ésta lo libere al llevarse las manos a la cara. Aquél villano se levantó y apuntó a la chica con su mano, frente a ésta comenzó a juntarse energía, creando una esfera.

    — ¡Rápido, cruza las espadas! —habló He-Man tirándose a su lado.

    She-Ra le hizo caso, sin pensarlo cruzó su espada con la de He-Man. El rayo que Skeletor había lanzado le rebotó, dejándolo congelado. Una luz celestial volvió a cubrir a ambos héroes y la espada de poder comenzó a levitar por sí misma, provocando que She-Ra la soltara.

    El escuadrón de mejores amigos se encontraba expectante ante aquella escena, podían sentir que algo importante estaba a punto de pasar... el ambiente lo gritaba. He-Man y She-Ra observaban aquella espada entre atentos y curiosos, quedando asombrados cuando la joya reveló el rostro de una mujer con armadura de halcón.

    — ¡Sorceress! —exclamó He-Man al reconocer a su amiga, luego miró a She-Ra y sonrió— Te tuve frente a mí todo este tiempo.

    — ¡Qué alegría! —sonrió la mujer portadora de una voz que a Adora se le hacía extrañamente familiar— Al fin están reunidos, hijos queridos de Eternia.

Por el Honor del Amor y el Poder Celestial. [Catradora]Where stories live. Discover now