La simple despedida...

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Pov Arizona

Dormimos toda la noche abrazadas, ninguna intento ir más allá, creo que ambas queríamos disfrutar de la otra y no necesitábamos el sexo para eso, sentir sus latidos y su cálida piel con mi cabeza en su pecho era suficiente.

La alarma nos torturó por unos 5 min, pero yo no podía despegarme de sus brazos, sentía algo dentro que no dejaba que ella se vaya, me sentía frustrada por sentir eso que no sabía cómo interpretar.

- Callie, arriba amor. –Besé su pecho y miré la hora. – Son las 7:30 am, vamos a preparar todo, a las 9 tenes que estar en pre-embarque. –Me despegué de su pecho muy a mi pesar. –

- Mmhh, no quiero irme. –Abrí muy despacio mis ojos y vi a mi rubia con sus ojos tristes. –

- Sabes que tampoco quiero que te vayas, pero te espera tu familia en México, tienes que ir. –Me acerqué y la besé, la besé dejando todos mis sentimientos en sus labios. –

- Bueno, está bien, vamos arriba entonces. –La tomé en brazos y ella reía. –

- ¿Me vas a llevar en brazos? –Callie me sostenía con una mano en mi espalda y la otra en mis piernas. –

- Obvio, quiero que te acuerdes de esto cuando no esté y te rías. –Le di un casto beso en la mejilla. –

- Ayy Callie, no te vas a morir, solo te vas tres semanas, basta. –Me hice la enojada. –

- Bueno perdón, no lo decía en ese sentido bonita, era para que cuando despiertes sin mí, te acuerdes de esto. –Ella hacía puchero. –

- Dios Callie, pero sabes mi miedo por los aviones, no me digas algo así ni lo insinúes. –Me bajé de sus brazos y seguí bajando las escaleras. –

- Ari...-Comencé a perseguirla. – Perdón, no me acordé de eso. –La tomé por la cintura. –

- Mmhh... -Me solté de su agarre. – Voy a hacer huevos revueltos, haz las tostadas. –Fui seca. –

- Okey. –La deje un rato tranquila, fui estúpida, olvidé por completo su fobia por los aviones, siempre arruinando las cosas yo. –

Hicimos el desayuno entre las dos, yo no estaba enojada por lo que ella dijo, pero ahora tengo otro sentimiento, algo que no me había percatado, ella se va en avión, son casi 20 horas sola en un maldito avión. Si, otra cosa que odio, esas cápsulas con alas, que prometen llevarte sobre las nubes durante horas interminables, no le encuentro nada positivo a eso. Dios Callie, porque te tienes que ir.

Ahora la despedida dejaba de ser linda, tengo demasiados miedos sobre su viaje y no sé cómo controlarlos, ahora ella piensa que estoy enojada y encima por una estupidez.

- Perdón yo, no quiero que estemos mal antes de que te vayas, pero ahora me percaté de que viajas en un maldito avión y bueno... -Me acerqué un poco a ella buscando aprobación. –

- Sí lo sé, no presté atención a eso, pero todo va a estar bien, te voy a avisar en todo momento, lo juro. –La tomé y se sentó en mis piernas. –

Nos besamos por un ratito, luego nos duchamos juntas, no voy a negar que hubo algunos jugueteos, pero nada más allá, porque no queríamos que el avión se vaya sin Callie.

Ya daban las 8:30 am y yo moría de nervios, no la iba a acompañar al aeropuerto porque las dos odiamos despedirnos de esa manera y porque mi ansiedad se ve afectada en aquel lugar donde cada 20 minutos hay una cápsula voladora dando vueltas. Pero sí la iba a llevar, así después hacía las compras que le había prometido.

- Vamos amor, no llegamos. –No decía nada. - ¡Calliope! – Grité agarrando mi abrigo y mi bolso. –

- Voy, voy, estaba en el baño. –Corrí con las valijas hasta la puerta. – Vamos, ahora sí. -

"Reloj de arena"حيث تعيش القصص. اكتشف الآن