27. Me gusta mucho cuando me distraes

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MARATÓN (2/3)

–¿Estás lista para irte?– Le preguntó Oliver a Erin después del desayuno. Erin asintió rápidamente y se secó la boca.

–Nos vemos luego– dijo, dejando la mesa de Hufflepuff.

–¡Diviertanse!– Tamsin gritó seguido de un "No hagas nada que yo haría" de Beatrice.

–Lo siento– se rió Erin. Oliver le tendió el brazo para que lo tomara, y ella lo tomó con mucho gusto.

–Que caballero.

–Me criaron bien– dijo – Pero tus amigos parecen muy divertidos.

–Por cierto, feliz San Valentín– dijo Oliver con una sonrisa.

–Oh cierto, gracias por la tarjeta.

–¿Que tarjeta?– Oliver parecía confundido. Erin podría morir de vergüenza allí mismo.

–Oh, uhm... nada. Feliz día de San Valentín para ti también– dijo rápidamente, pero Oliver ya se había dado cuenta.

–¿Tienes otro enamorado? Tengo competencia– sonrió Oliver.

–No había ningún nombre en él. Supuse que era tuya, ya que, ya sabes...– Erin se había metido en una conversación muy complicada.

–¿Ya se qué?– Oliver dijo, disfrutando plenamente de su incomodidad.

–Basta– se rió Erin – Sabes a lo que me refiero.

Oliver se subió a uno de los carruajes, extendiendo su mano para levantar a Erin también. Le gustaba mucho el caballero Oliver.

–No, no estoy seguro de lo que quieres decir– dijo Oliver, con una sonrisa persistente en su rostro. Erin solo entrecerró los ojos, sin poder quitarse la sonrisa de la cara. 

–Eres linda cuando estás avergonzada– dijo con un guiño. Erin no pudo evitar sonrojarse. A ella le encantaba esto.

 Cuando llegaron a Hogsmeade, Erin quedó hipnotizada de inmediato por la pequeña ciudad. Ya había estado aquí un par de veces, pero estaba tan emocionada como la primera vez.

–Entonces, ¿A dónde quieres ir?– Oliver preguntó mientras la ayudaba a bajar del carruaje.

–Hmm...– contempló Erin – ¿Qué hay de Honeydukes?– Erin movió las cejas. Le encantaban los dulces.

La ciudad estaba llena de estudiantes de Hogwarts. Honeydukes estaba lleno, pero eso no evitaría que Erin se asegurara sus dulces favoritos. 

–¿Cual es tu favorito?– Oliver preguntó, seleccionando un nuevo lote de Plumas de azúcar azules. 

–Cualquier cosa de chocolate en realidad. Las bolitas de chocolate probablemente– Llenó su canasta sin sentirse culpable. 

–Vamos, será mi regalo– dijo mientras salían. 

–¿Qué? Absolutamente no– dijo Oliver – No tienes que pagar por mí.

–Vamos, te invité a salir, así que yo pagaré– dijo Erin. 

–Na, eso no va a pasar– sonrió, pagando sus dulces. Erin hizo lo mismo y salieron de la tienda. 

–Estoy tratando de ser amable y no es apreciado. Grosero– bromeó, metiéndose un dulce en la boca. 

–Siempre eres agradable– dijo Oliver – No significa que tengas que gastar dinero en mí. Además, ¿No se supone que el hombre debe tratar a la chica?

 –Oh, ¿Estoy afectando tu hombría?– Erin se rió.

–Estás afectando muchas cosas– sonrió Oliver. 

𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora