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The lights that follow us
Las luces que nos siguen

Modern Au. / Mouths and Fingers

Donde Megumi es protagonista de una película reconocida, están en la noche del estreno y se celebra la tan aclamada premier con una alfombra roja, donde es cuestionado debido a su estrecha relación de amistad con el antagonista de la película, Sukuna.

◍••◍

La mullida alfombras roja, el constante sonido de las cámaras y las luces blancas por doquier era lo único en lo que el chico de ojos azules podía enfocarse. Se sentía sofocado, de alguna manera expuesto.

Miles de miradas, ya sea por la pantalla o frente a él, lo observaban. Miraban y juzgaban cada uno de los movimientos delicados que daba con su caminar. O al menos así lo percibía a él.

Su pelo negro estaba suave y sedoso en distintas direcciones, pero haciendo ver su rostro aún más juvenil de lo que ya era, todo gracias a que fue alaciado y peinado por Nobara durante al menos dos horas, quien mientras tanto, le gritaba y reclamaba por tener un cabello tan salvaje, colocando cuidadosamente la dirección a aquellos cabellos que parecían no quererse mover de su sitio.

El joven de 20 años sonrío ligeramente ante el recuerdo y una de las cámaras de trasmisión de aquella gala lo captó. No bastaron más de dos segundos para poder escuchar los gritos eufóricos por parte de sus fanáticos.

Volvieron los cientos de flashes a aquel rostro de porcelana y éste mismo hizo una pequeña mueca, soltando un suspiro que apenas fue perceptible para él mismo.

El chico de pestañas preciosas se sentía tan abrumado... Realmente quería volver a casa y tomar un baño de burbujas, respirar y tranquilizarse un momento. Necesitaba descansar al fin de todas esas entrevistas que les han hecho en promoción por la película.

Pero antes de que pueda seguir delirando con las suaves burbujas de su tina se vuelven a escuchar gritos eufóricos que lograron desconcentrarlo nuevamente y que lograra desestabilizarse en ese instante, pero un brazo con tatuajes rodeó su cintura por completo, al igual que un rostro con una sonrisa socarrona acercándose lo suficiente como para susurrar en su oído y que ningún otro espectador lograra escuchar dentro de aquel ligero nido que hizo el pelirrosa en protección del ojiazul. No tenía nadie que ser un genio para saber de quién era el dueño de aquellos brazos protectores y de mirada casi felina.

Ryomen Sukuna.

Aquel hombre de mirada penetrante y presencia imponente. Quien vestía de un traje color blanco que enmarcaba los músculo de su cuerpo.

- Te veo algo tenso, ¿Ocurre algo, ojitos coquetos? ¿Quieres irte? - aquella voz gruesa le rozó el oído y erizó los vellos de la nuca del pobre chico que apenas y podía contener su respiración.

El de mirada azulada se obliga a tragar saliva y a evitar fervientemente el sonrojo que quiere invadir su rostro, bajando un poco la mirada para que las cámaras no capten los ojos nublados que llega a tener frente a su compañero de reparto. - Sabes que puedo llevarte a tu departamento cuando gustes, Fushiguro.

El chico vestido de una blusa negra que descubre sus hombros y su espalda gira ligeramente el rostro para poder susurrar y se permite el lujo de oler el fuerte aroma del perfume que carga aquel hombre que apenas le supera por tres años. - Me encuentro bien, Sukuna, tranquilo. Sólo es que me abrumo fácilmente de tanta gente. - dice, intentando tranquilizar al chico que aprieta de forma protectora su cintura.

El pelirrosa no está preparado para sentir la suave voz del menor rozar con su rostro, entonces siente un ligero escalofrío recorrer su espalda. Se obliga a tranquilizarse, porque simplemente están en un lugar público y el chiquillo no ha dado aún muestra alguna de que sea recíproco la atracción hacia él.

SukuFushi Week [sᵘᵏᵘғᵘˢʰⁱ]Where stories live. Discover now