hell and back: la violencia es el único medio de lucha, y la sangre el carburante de la historia.
─── ackerman adv extreme violence
attack on titans au the first edition
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
———— character two innocent questions ！ ㅤ 𖥊 ㅤattack on titans: capital sina 831ㅤ⏱ㅤㅤ —————————
Habían transcurrido meses desde el incidente en la Ciudad Subterránea y en el pasar de los días Jeannette había aprendido más de lo común sobre aquella ciudad. En la escuela preguntaba más de lo usual y aunque a muchas de sus maestras les causaba asco pensar en el basurero que se encontraba debajo de su hogar, le respondían con esmero a toda duda que tuviese. Jeannette gracias a las respuestas había entendido que vivir allí abajo era peor de lo que se había imaginado. Sus docentes habían descrito el subterráneo con palabras con las que no estaban acostumbradas a enfatizar; inmundicia, repugnancia, deshonestidad, escasez, pobreza, desagrado y una terrible falta de magnanimidad.
Jeannette pensaba en cómo ayudar a su nuevo amigo — a pesar de que verdaderamente Levi solo le consideraba un estorbo en esos momentos — y por su preocupación en muchas ocasiones tomaba el riesgo de empezar a ocultar comida, objetos que nadie extrañaría y dinero de lo que hacían en el mes.
De cualquier forma su madre siempre le dejaba tomar una que otra moneda de sus ingresos y para el momento en que faltaba un poco de dinero se reía con nervio para reprocharse dejar de tener la cabeza en las nubes.
La plata en el hogar de los Galloway entraba y salía con recurrencia lo que hacía normal que una que otra moneda se desapareciera entre tanto trajín. El ingreso más elevado lo dejaba Leonard Galloway al ser el comandante de la Legión del Reconocimiento. Pero por otro extremo la madre de Jeannette, Rose Galloway, atendía su propio establecimiento; enmendaba vestidos y trazaba ellos mismo con aguja e hilo. En su oficio tenía a su mano trabajando a algunas jóvenes de Sina, que en realidad eran criadas de algunas familias que querían ganar un poco más de dinero.
Bien las amistades de la familia no entendían el por qué Rose cosía, confeccionaba y arreglaba los vestidos de las damas de Sina. Es que se sabía y conocía que ese no era un trabajo para una mujer con la capacidad económica estable para cumplir con sus verdaderos deberes: atender el hogar.
A Rose le causaba fatiga el pensar en la idea de quedarse dentro de las cuatro paredes de su casa. ¿Ella acaso era una planta a la que se tenía que cuidar nada más?, por supuesto que no. Si se encargaba de confeccionar y arreglar ropa era porque le daba el placer de no estar siendo una carga para su marido. Además Leonard sabía mejor que nadie que Rose odiaba los trabajos del hogar por algunas cuantas razones — y a decir verdad, a él le daba igual si su esposa no era como todas las demás. La quería como ella era, aunque sus conocidos le llamarán desquiciado por permitir a su mujer darse tanta libertad.
A Rose le gustaba tener libertad.
A Leonard le gustaba dar la libertad.
Y por eso mismo a Jeannette le encantaban ambas cosas.
