⠀⠀GO TO HELL AND BACK ━━ ackerman.

character five: magnificence.

         
—— character five the magnificence  ！
ㅤ 𖥊 ㅤattack on titans: capital sina  836ㅤ⏱ㅤㅤ
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          Bienaventurado, sagaz e inteligente Leonard Galloway era el cuarto hijo de la noble familia Wood Galloway; una de las pocas familias en las murallas que utilizaban ambos apellidos, de padre y madre, una característica peculiar que los distinguía de ricos y pobres. Leonard había crecido toda su vida a puertas abiertas con el castillo real por lo que era una costumbre verle u oírle por los pasillos imponiendo el prestigio familiar, al igual que sus hermanos mayores, todos ellos con puestos envidiables en la sociedad.

          Yanet, la primera en la línea, tenía una alta jerarquía en la Policía Militar; se había unido a sus diecinueve años y usualmente tenía opiniones distintas con Leonard —todo en causa de que su hermano pequeño no había escogido entrar en su escuadrón.

          Herman, Henri y Yves eran los siguientes detrás de Yanet. Herman pertenecía de igual manera a la Policía Militar, mientras que Henri y Yves regían lo que era la distribución de las cosechas en el comercio alto y bajo de la ciudad.

          Dueños de ricas tierras los Galloway dividían las asignaciones laborales entre los que más lo necesitarán y tuvieron el tiempo completo disponible. Henri y Yves eran los encargados de llevar las cuentas y mantener el orden en las ventas, deudas y aplazos. El pueblo era su desenvoltura. Mientras tanto la calidad de los cultivos cernía a la palma de Rose, esposa de su buen hermano menor, Leo. Sin embargo, Rose era conciente del impacto que tenía su presencia al acompañar a sus cuñados en apariciones sociales. Ella era una dama, una muy codiciada. Nadie miraría mal a Rose ni nadie querría siquiera intentarlo. Hacerle daño no era ni una sugestión.

          Respetada y casi venerada cómo a una virgen por todos los hombres de Sina, Rose nunca sería tocada por nadie.

          Ella era una Galloway de pies a cabeza.

          Lo había descubierto antes del nacimiento de su primogénita. El valor y la importancia de un apellido. Ese valor era uno que Jeannette aún no era capaz de ver o hacer aparecer. Porque si bien el prestigio nacía de su apellido el respeto lo tenía que crear por sí misma, cómo su padre había hecho.

          Leonard era atrevido, en todo aspecto descriptivo. Armaba expediciones sin permiso previo y a un día de partir daba el aviso a la corona sin temor de no ser ayudado con el dinero necesario para la comida y equipamientos. No era un secreto que muchas veces los gastos salían de sus ingresos y herencia, aunque el pueblo creía que aquello eran rumores fantasiosos. Existían tantos rumores de Leonard que no se podían contar con una sola mano, pro muchos eran ciertos. El que mejor le parecía que quedará como un rumor era el que una recién graduada experimentaba con titanes.

          De igual manera, ¿Quién daría una queja realista en relación a todo ello? Existía un respeto latente que hacía que los habitantes no creyeran en cosas tan descabelladas. No de un Galloway, los que eran un símbolo de esperanza.

          Sucedió en el pasado el nacimiento de su respeto magno. Antes los Galloway eran parte de un antigüo clan que había sobrevivido a la extinción de la humanidad por culpa de los titanes. Ellos como los primeros protectores del reino y del pueblo eran la fuerza y compañía de todo el que la necesitará. Por ende el respeto siempre lo tendrían en una reluciente bandeja de plata. Hasta el día de la caída del último de ellos.

          Eran historia y siempre serían historia.

          Adicionalmente Leonard se había hecho cargo de continuar con la magnificencia al haber rescatado a Rose del exterior. Retraída y en un estado inmerso de la realidad vestía ropajes desteñidos con salpicaduras de sangre entre agujeros y rasgados feroces. Descalza y con los pies astillados la primera reacción de Rose ante nueve hombres a caballo fue pelear hasta caer desmayada. Leo la recogió y Rose así permaneció en el primer muro, en el hogar de un buen doctor.