33. "Mentiras"

103 14 1
                                    

.

.

.

.


— Estaré de vuelta pronto, en cuanto termine de hacer unos papeleos en el aeropuerto estaré en tu departamento, así que más te vale prepararme algo de comer que muero de hambre —rió.

— Vaya, ¿desde cuando me convertí en un sirviente? —preguntó fingiendo molestia.

— Desde que me dejaste entrar en tu vida Parkie —se burló— Tengo que colgar, nos vemos más tarde.

Ambos rieron y poco después cortaron la llamada, hacía un par de semanas Jackson había regresado a Corea para arreglar asuntos administrativos de su contrato y recién volvía a Japón.

Mientras tanto Youngjae y Jinyoung habían mantenido una relación más sexualmente activa, sin embargo no era algo bueno en su totalidad, pasaban días teniendo sexo y al minuto siguiente estar en completo silencio o sin verse hasta su nuevo encuentro.

Desde que Choi se enteró de la mala jugada de Jinyoung se volvió una persona inestable, no dudaba de lo que alguna vez sintió por el castaño, pero este no se inmutó siquiera, aún así no estaba tan seguro de si lo que aquella desconocida era completamente cierto, tenía miedo de enfrentar las consecuencias.

Pero debía hacerlo, por su bien, su estado físico y mental estaba agotado, tanto por el feroz encuentro carnal, como por las emociones tan dispersas que aun se encontraban a flor de piel.

— Llegó hace poco pero tiene cosas por hacer, estará en mi departamento hasta tarde —se recostó de nuevo junto a Youngjae.

Miró las marcas rojizas en su cuello, los puntos violáceos en su cadera y no pudo evitar sentirse de nuevo en la cima con el pelinegro.

Se colocó sobre el chico y comenzó a besarle el cuello, coloco una mano bajo el muslo de Youngjae que gimió gustoso al sentir su cálido tacto de nuevo, enredo sus piernas alrededor de su cintura y sintió el miembro endurecerse y golpearle a través de las telas, la desnudez de Choi era deleitante para Park que ejercía mayor presión en sus piernas.

Se quitó la delgada tela restante y se colocó entre las piernas de Youngjae con mayor estabilidad, uno de sus brazos se apoyó al lado de la cabeza de Choi, mientras que la otra afirmaba su fuerza en su pierna derecha, lentamente se empujó dentro, ambos cerraron sus ojos al sentir la calidez del otro, Jinyoung apoyó su frente en el hombro del chico mientras este acariciaba su nuca y se movía suavemente incitándole a moverse aún más.

Comenzó un ritmo ansioso dentro y fuera de Youngjae, llenándolo por completo, delirando por el contacto y la calidez del cuerpo ajeno, el punto dulce del pelinegro era tocado en cada golpe, los gritos ahogados mezclándose con los gemidos y el choque de las pieles desnudas, marcadas por el deseo de ambos.

— Te amo —susurró a su oído el castaño.

Youngjae se asustó, temió creerle, porque el sentía lo mismo, tan intenso y ardiente amor por él, sus palabras eran como eco en la habitación, uno que se perdía y se hacía más débil en cuanto sonaba.

Falso.

— No te detengas —pidió en cambio besándole.

No hables, no me retengas más.

Era tan débil a él.

Lo confrontaría, luego. Esta era la última oportunidad del castaño de decirle la verdad. O lo perdería, para siempre.



🖤



— Lo tengo justo donde quiero —murmuró ella al teléfono— ¿Vienes pronto?

— Estaré ahí en poco tiempo, dame un par de horas, dejaré todo en orden antes de ir —contestó.

— Vaya, hombre de negocios —murmuró— Me encanta.

— Y te va a encantar mucho más, sólo espera un poco. Me tengo que ir, sigue con el plan.

— Por supuesto.

Colgó y suspiró, se tumbó al sofá mientras reía. Seguidamente llamó a su contacto principal.

— Vigílalo y retenlo en cuanto esté solo, sigue en pie esto.

Buscó su lista de contactos y envió un mensaje a Jinyoung, corto, simple pero con una advertencia.


"Estoy en la ciudad. Debemos hablar."


— Estúpido Choi Youngjae —se quejó pataleando y lanzando lejos los cojines.

ESSENCE  [2Young]Where stories live. Discover now