34. "Redes"

95 16 3
                                    

.

.

.

.

.


— ¿Jae, todo bien? —cuestionó dando un par de golpecitos a la puerta.

— Dame un momento —respondió el pelinegro.

Luego de haber pasado varias horas en la cama de Park decidió darse una ducha y despejarse. Tenía decidido aclarar y terminar las cosas de ser necesario, sin embargo, ¿terminar qué?

No era como si hubieran pactado tener una relación, eran exclusivos, pero eran ¿qué? ¿Novios, amigos o simplemente amantes sexuales?

No. Eran todo eso y más, Jinyoung le había dicho que le amaba, él en lo profundo de su ser también lo amaba, así que tenía el derecho a reclamarle. Se miró una última vez al espejo.

— Jódete imbécil —masculló sin saber a quien realmente.

Abrió la puerta lentamente y la cerró a sus espaldas, miró al castaño apoyado a la cabecera, sus cabellos revueltos y húmedos, se pegaban a su frente, su cuerpo desnudo era cubierto levemente con una de las sábanas del dormitorio.

Youngjae se acercó y tomó sus prendas vistiéndose.

— Vístete y alcánzame en la sala, hay un par de cosas que quiero decirte —dijo saliendo de la habitación.

Jinyoung frunció el ceño y siguió el mandato rápidamente. Los últimos días Youngjae estaba más callado de lo normal, poco decía y más actuaba, cuando trataba de mantener una conversación el menor se subía sobre él y le besaba con fervor, continuaba así hasta que terminaban desnudos y él dentro de su pelinegro, y por las mañanas se escabullía por lo que despertaba solo en su apartamento, viendolo de a ratos cuando se cruzaban en los pasillos y así, hasta que volvían a tener sexo. Se había vuelto un ciclo, del que no se quejaba pero aun así le parecia raro.

Se acercó a la sala de estar y vio a Choi jugando con sus dedos, nervioso. Mantuvo su distancia, el chico parecía algo alterado aunque no lo pareciera, había estado observando y descifrando su actuar.

— ¿Quién es Bae Min Ji de ti? —preguntó directo— Y quiero la verdad Park.

Sus ojos denotaban fiereza, agresividad y decepción. Jinyoung lo miró sorprendido.

— ¿A qué te refieres? —preguntó aún desconcertado.

— No te hagas el idiota, dijo que iban a casarse y tenía el maldito anillo, así que dime claramente y a mi cara, ¿por qué? —cuestionó herido— No quiero ser el otro, esta mierda se terminó. Sin embargo, merezco una explicación, te atreviste a decirme que me amabas cuando estabas por casarte con ella, ¿qué pretendías? ¿acaso creíste que podías tenernos a los dos sin que lo supiera?

Park parpadeó perplejo ante lo dicho.

Tras unos minutos de silencio Youngjae se levantó enojado.

— Ya que no tienes nada que decirme me iré —se encaminó a la salida pero el castaño fue más rápido y le tomó del brazo.

— Espera, ni siquiera me has dado tiempo de responder.

— Tuviste mucho tiempo para decirme antes de que siquiera preguntara.

Jinyoung le sonrió y acarició el cabello, se enterneció por el rostro de Youngjae, estaba triste pero no había razón, ya no. 

— Necesito que te sientes y me escuches —pidió— No tienes que preocuparte por eso.

Recordó la charla anterior y se la relató al pelinegro.

¿De qué estás hablando? —preguntó con nerviosismo.

— Estoy en una relación con un chico. Lo siento Min, no me di cuenta en qué momento mis sentimientos por ti cambiaron, te quiero, pero ya no de forma romántica. Y sé que no es justo para ti vivir pensando que es tu culpa el que no te de la atención que mereces, porque fui yo quien cambió.

— Jin, estás confundido, no puede ser que estés enamorado de ese chico. Me amas, te amo. Es sólo una fase, regresemos a casa, ya verás que todo volverá a la normalidad.

— De verdad lamento hacer esto. Pero no te amo Min. Olvida esa idea de casarnos, fuiste mi mejor amiga antes de todo y como tal me gustaría que lo entendieras.

La chica lo miró, sus ojos rojizos e hinchados por las lágrimas, no pudo decir nada más. Buscó cualquier indicio que denotara que aquello no era real.

— Puedes conservar el anillo, haz lo que consideres mejor, siempre fue tuyo.

Ella sorbió su nariz y asintió.

— Adiós Jinyoung. 

Salió de aquella cafetería casi vacía. Jinyoung no pudo consolarla, no cuando había sido el causante de ello y no había manera de cambiar las cosas, estaba seguro de lo enamorado que estaba de Youngjae, de su mirada brillante llena de vitalidad, su sonrisa reconfortante, la risa contagiosa, los berrinches infantiles, sus celos, todo.

Sonrió de sólo pensar en él.

— He estado contigo y sólo contigo, cuando comencé a estar contigo ya hablaba poco con ella y no hubo nadie más que tú, ni sexual ni sentimentalmente.

— Pero... Ella me contactó, dijo que se casarían.

— No puede ser, ¿hace cuánto fue eso?

— Una semana más o menos.

— ¿La has visto recientemente?

— No desde que hablamos, ¿por qué preguntas? —el castaño se notaba algo alarmado.

— Hace poco más de un mes que no hablamos desde lo sucedido, me había dado un ultimátum para casarnos, la fecha pasó hace unos días, pero no había nada preparado.

— ¿Crees que lo hizo para crearnos problemas?

— Supongo que aún me tiene resentimiento. Jackson estará de vuelta en un par de horas, él notó a Min extraña.

Choi continuó pensando en lo sucedido, sintió su barbilla ser tomada con suavidad, Park se acercó y rozó sus labios, inmediatamente el menor le empujó.

— ¿Qué sucede? —preguntó confundido.

— El hecho que hayas terminado tu relación con ella no quita que me estuviste engañando cuando aún estabas con ella.

Mierda, tiene razón.

ESSENCE  [2Young]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora