Capítulo 11

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Angst

Mamá esta muy preocupada, ha ido a la habitación a buscar vendas y demás para curarle algunas heridas que tiene en la frente y llamar al hospital.

Un chico moreno bastante alto camina al lado de mi padre sujetando a mi hermano, quién no puede dar ni un paso solo.

Gotas de sangre caen en la alfombra. Tiene los ojos morados y todo él apesta a alcohol. Tiene algunas heridas por los brazos y parece no ser muy consciente de dónde esta.

—Juno ve a buscar una fregona—Dice mi padre estirando a mi hermano en el sofá— Y un vaso de agua.

No me paro a pensarlo y hago lo que me pide. Cojo la fregona, un vaso del armario y lo lleno de agua. Intento no tardar y vuelvo a parecer en el salón lo más rápido posible.
Alargo la mano para que mi padre agarre el vaso y se lo de a mi hermano.

Lo incorpora para que pueda beber agua y unas gotas se caen de sus labios.
Mamá aparece con el botiquín y se sienta al lado de su hijo.

Yo paso la fregona por la zona dónde ha caído la sangre. El agua no tarda en mezclarse con la sangre y desaparecer.

—Gracias por traerlo—Dice mi padre levantando la vista hacia el chico moreno parado en medio del salón—Siento mucho los problemas que pueda haber...—Antes de que pueda acabar, este se apresura a hablar.

—No se preocupe, soy amigo suyo. Cuando lo vi así, decidí llevarlo a casa—Dice este observando a mi padre—Por cierto soy Derek. Encantado.—El susodicho alarga la mano hacia mi padre quién se la aprieta. Luego voltea hacia mi y me da una sonrisa de medio lado.

—¿Qué le ha pasado?—Pregunto. Es obvio que ha estado bebiendo, pero los golpes... ¿cómo se ha hecho eso?

Mi hermano parece empezar a estar totalmente dormido así que mi padre intenta volver a incorporarlo para evitarlo. Lo más importante es evitar que se duerma. No sabemos si se ha podido dar algún golpe en la cabeza.

—No lo sé, lo encontré en el parque así.—Se rasca la nuca. Tiene los ojos grises y pequeños. No va vestido muy informal, de hecho lleva una camiseta con botones y unos pantalones pitillo. Tiene un aire muy maduro, solo parece un par de años más mayor que mi hermano —Creo que lo mejor sería llevarlo al hospital.

No me jodas crack...

—Mi mujer se ha ocupado de ello—Se limita a decir mi padre.—¿Verdad Sailor?
Mamá asiente distraída. Le esta poniendo unas gasas en los brazos para evitar que sangre más.

—¿No viste absolutamente nada?—Le incrimino cruzándome de brazos.

No me gusta este tipo. No sé el porque, puede que sea por el aire tan relajado que mantiene cuando yo estoy bastante alterada.

Derek vuelve a caer en mi presencia y me observa. Sus ojos recorren todo mi cuerpo sin verguenza alguna y cuando llega a mis ojos sonríe con sonra.

—Ya te lo he dicho, no he visto nada.

                              📱📱📱📱

La ambulancia no tarda en aparecer por la calle. Algunos vecinos curiosos se asoman por las ventanas y las puertas para ver que ha pasado.
Mis padres y Derek salen a recibir a los infermeros y a explicarles la situación. Yo me quedo dentro de casa intentando mantener despierto a mi hermano.

—Tienes que abrir los ojos. No te duermas—Le digo meneándolo de arriba a bajo.

Él parece escucharme porque sus ojos se entreabren y logra recoconcerme. Ante eso me regala una sonrisa relajada.

—Estoy bien...no te preocupes.—Intenta tranquilizarme, pero vuelve a cerrar los ojos para continuar con su descanso.

—¡Aaah no, ni se te ocurra dormirte!—Vuelvo a menearlo haciendo que los vuelva a abrir.

Él se remueve molesto y intenta darme un manotazo en el brazo, me aparto antes de que pueda lograrlo.

—¿Hasta ahora tienes que estar jodiéndome?—Dice molesto.—Sólo quiero descansar.

¿Jodiéndolo? Tendrá valor... Aparece aquí medio muerto después de semanas sin saber de él y se queja por intentar ayudarlo.

—¿Eres tonto o te gusta parecerlo?—Le incrimino juntando las cejas. Él molesto me echa una mirada de pocos amigos. Cuando parece que va a contestar, vuelve a cerrar la boca al ver el equipo medico entrando en el salón. Yo me aparto del sillón para darles espacio y así que puedan trabajar correctamente. Los dos chicos suben a mi hermano en una camilla y se lo llevan hacia fuera. Voy detrás de ellos.

Papá y mamá deciden montarse en la ambulancia e ir al hospital. Me ofrezco a ir con ellos, pero mamá me asegura que estarán bien y que mejor que descanse.

No voy a descansar, con el susto el cansancio ha desaparecido. Pero tiene razón, necesito dormir y continuar con mis obligaciones. Tres son multitud.

Recaigo de que Derek esta a mi lado. Este solo observa la situación sin decir nada, sin expresar absolutamente nada.

Cuando la ambulancia vuelve a alejarse, la calle queda vacía, dejándonos solos a Derek y a mí.

En medio del silencio Derek se gira y se recuestra contra la pared sacando un cigarrillo.

—¿Cuantos años tienes?—Me pregunta poniéndose el cigarro entre los dientes. Saca un mechero y se lo enciende.

¿Por qué no se va ya?

—Diecisiete—Me limito a responder. Me giro para entrar a mi casa y dejarlo allí solo. No quiero pasar más rato aquí fuera, hace frío. Y su compañía no me agrada. Pero antes de que de un paso más, él vuelve a abrir la boca.

—Por cierto—Derek da una calada al cigarro y se mete la mano en el bolsillo para buscar algo—Cuando hemos llegado estaba esto en el suelo—Saca el objecto de su bolsillo y me lo entrega—Deberías ser más cuidadosa con estas cosas. Cualquiera las podría robar, princesa.

Toda yo se paraliza. Observo como su mano esta cerrada en un puño sujetando mi teléfono móvil.

¿Cómo diablos...?

No lo pienso más y en un acto repentino agarro corriendo el teléfono y entro a casa cerrando la puerta de entrada, dejándolo solo en la calle.

Intento encenderlo, pero no tiene bateria. Tengo que buscar un cargador y comprovar que todo este bien.

Pero mis pies no reaccionan a mis ordenes cuando recaigo en una cosa:

Nunca antes en mi vida había visto a Derek... El móvil no tenia bateria, impediendo ver cualquier indicio, ningun tipo de indicador que señalara de quién es el aparato....Entonces ¿Cómo sabía que este era mi teléfono?

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