Capítulo IX

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Domingo, 24 de enero de 2021, 7:18



Él no recuerda nada del día anterior, lo único que seguía vívido en su memoria era el hecho de haber colocado la ruidosa alarma del bebé llorando para la mañana siguiente. No quería quedarse dormido por nada del mundo, y sabiendo que iba a beber, lo más probable es que no se pudiera levantar por su propia cuenta.

Se despertó y lo primero que hizo fue buscar a Jeongguk.

Se supone que iba a irse alrededor de las nueve o diez de la mañana, sacando cálculos imprecisos. Eran las siete y no se veía el pelinegro por ningún lado de la casa.

¿Su madre llegó antes?

No tenía ningún mensaje sobre que la señora Jeon y su mamá hayan llegado ya, así que seguro no era el caso.

Además de que... Jeongguk no se iría sin despedirse de él, ¿verdad?

-Cuarto de invitados -susurró para sí mismo, planteándose la idea de que las cosas de Jeongguk debían de estar ahí. Eso le daría paz en ese momento.

Pero no estaban.

Se bañó, alistó y salió de casa, sin saber muy bien a dónde tenía que ir.

Marcó unas veinte veces al menor, sin respuesta alguna.

Las lágrimas estaban comenzando a nublarle la vista.

El no saber qué era lo que estaba ocurriendo era horrible.

Tal vez Namjoon...

Sacó su celular, dispuesto a llevar a cabo la llamada a su compañero de trabajo, pero le detuvieron.

Hoseok estaba llamándole.

-¿Hola?

-Oye, Taehyung, ¿sabes dónde está Jeongguk?

-¿Tú tampoco sabes? -su voz alertó a Hoseok, pues distaba mucho de estar calmado.

-B-Bueno... -carraspeó-, el tren de Jeongguk se irá en una hora, y la señora Jeon y tu mamá están cerca de aterrizar.

A Taehyung comenzó a dolerle la cabeza, culpa de la resaca que apenas comenzaba a hacerle efecto. Estaba tan concentrado en buscar a Jeongguk...

-Iré... Iré a ver si está en el puesto de Nam-

-¡Sí, sí, ve! -Taehyung se vio confundido ante la euforia que usó Hoseok para decir eso, y sólo empeoró cuando el otro colgó antes de que le respondiera algo.

Aunque por un momento quiso volver a marcar a Hoseok para saber el por qué se comportó tan raro, ver la hora en su celular le recordó que sólo tenía una hora para encontrar a Jeongguk.

Ni siquiera tomó un taxi, no lo pensó mucho antes de comenzar a correr hacia su actual trabajo.

Y tampoco pensó en que su condición era un asco.

En el momento en que observó el local de lejos, sus piernas temblaban y tenía muchísimo calor (que combinado con el frío clima iba a ocasionar unos malos momentos en el futuro).

Con la poca energía que le quedaba, llegó hasta la puerta de vidrio. A través de ella podía ver a Namjoon leyendo el libro de flores, totalmente calmado.

-Nam...

El moreno le volteó a ver, borrando su expresión serena cuando vio a un agotado Taehyung, quien apenas era capaz de estar de pie.

Gardenias ❁ ⁽ᵏˑᵛ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora