Capítulo X

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Domingo, 24 de enero de 2021, 15:23

-¿Te sientes mejor?

Taehyung terminó de secarse el rostro luego de haberlo lavado. Tosió una vez y miró a Jeongguk.

-Un poco.

-Ten -le extiende un vaso con agua-. Luego de correr con este clima, debes tener mucha sed.

Taehyung aceptó pues, como decía el menor, se sentía sediento además de cansado.

-Entonces... -habló el pelirrojo cuando dejó el vaso sobre la mesa-, ¿cuándo te irás?

Jeongguk hizo una mueca. Sin contestar, ladeó su cabeza.

-¿Por qué preguntas eso ahora...? -logró tomar la mano de Taehyung y ponerlo delante de él, recargando su cabeza en su pecho pues el mayor estaba parado y él sentado en la mesa.

-No lo sé, ¿tal vez porque me diste un infarto antes?

El pelinegro suspiró.

-Mamá me dijo que en un rato.

-¿Y dónde están ellas?

-Se quedaron en casa de la mamá de Namjoon. Volverán más tarde.

-Uhm, entonces iré a cambiarme. Seguro mi camiseta apesta -asintió y cuando quiso separarse de Jeongguk, éste reforzó su agarre-. ¡H-Hey!

-¿No hay forma de hacer que no vuelvas a tu cuarto hasta... después de irme?

Taehyung frunció el ceño.

-No.

Jeongguk formó un puchero ante la cortante respuesta.

-¿Sigues enojado?

Taehyung logró zafarse y bufó.

-No... tanto.

-Me iré en poco tiempo, no pasemos nuestros últimos momentos enojados, ¿sí?

Taehyung por fin le miró a los ojos.

Obviamente no estaba enojado con él. Era imposible luego de la forma en la que le arrulló cuando estaba llorando en la florería. La única razón por la que no podía actuar como normalmente lo hace es por como Jeongguk le vio esa mañana.

Vio su estado de vulnerabilidad luego de saber que él "se había ido" sin decirle.

Se sentía avergonzado de cómo había actuado.

¿Lo peor? Jeongguk no era tonto, lo más probable era que supiera que es porque algo tiene Taehyung con él.

¿Por qué no se lo pregunta y así terminan con todo eso de una vez? Seguro Jeongguk quería dejarlo pasar de largo porque ya sabía la respuesta y no le gustaba para nada.

-Iré a cambiarme.

-¡N-No, espera! -espetó en el momento en que el mayor comenzó a correr hacia su habitación-. ¡Tae-!

-¿Qué...?

La puerta fue abierta. La luz del Sol que estaba por esconderse atravesaba su ventana, dándole un toque cálido a la habitación. Aunque él recuerda haberla dejado hecha un desastre, distaba de serlo. La ropa que dejó sobre su cama por la prisa ya no estaba, en su lugar se encontraba un gran ramo de gardenias.

-Se supone que las ibas a ver cuando yo ya no estuviera aquí -escuchó detrás de sí.

Ni siquiera se dio la vuelta para encarar al menor, toda su atención fue robada por las flores.

Gardenias ❁ ⁽ᵏˑᵛ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora