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Zapatillas perfectas

Fue inevitable no verla al salir de la alcoba. Lucia tan distinta a otras veces, su cabello callendo sobre su espalda y aquel vestido rojo que perfilaba bien en ella hizo a Taehyung más de una vez parpadear. No entendía porque su interés en esa mujer, pero sabía que era lo correcto. Su corazón palpitaba como mil tambores, su rostro en ocasiones se volvía rojizo con tan solo mirar su ojos rasgados y sin evitarlo su pulso se aceleraba como una carrera de automóviles.

- Wow - sus cejas se elevaron como de su boca formó una 0 de sorpresa - No suelo dar cumplidos, pero... Se ve bien, el cambio le sienta bien a las cosas viejas - mostró sus dientes en un enorme sonrisa.

- ¡Ja! ¿Que has dicho. - bromeó al ser igualmente cómplice del juego de Taehyung - Aún no te han sacado de la guardaría niño - peino un poco su cabello - este mocoso. Por si no sabes igualmente serás viejo.

- Falta dos años para que cumpla 26 años y cuando eso pase usted tendrá casi treinta - se burló - y sabe retiro lo dicho el color no le sienta bien.

El chico parecía estar seguro con esos brazos cruzados sobre su pecho y el pie derecho en un paso delantero al izquierdo, pero la verdad es que dijera lo que dijera nada sacaría de su cabeza que Yonhae se veía tan bonita como siempre. Con o sin maquillaje era su chica ideal... Si eso su chica ideal.

- Eso quería hacer llamar la atención sin importar si me veo bien o mal. Al final todos me miraran solo a mí. - acomodo un poco las pequeñas arrugas de su vestido y miro a su contrario - No debería decir esto porque estaría matando a mi ego y no es algo que haga normalmente, pero, Gracias Taehyung.

- ¿Por qué? - pregunto sorprendido.

- A pesar de que soy una mala persona y suelen decirme Úrsula. Me ayudaste durante estos días dándome refugio en tu hogar, probaste que eres bastante maduro para comprender mi situación sin juzgar mis acciones antes de escucharme. Por eso gracias. - tomo su cartera y pronto fue a la puerta para salir - ¿nos vamos?

Yonhae había cortado la próxima respuesta que Kim iba dar a su contraria, pero decidió guardarse esas palabras para otro momento. Tomó las llaves del auto y fue a la cochera con su traje café y aquel estilo tan suyo.

- ¿Estás lista? - tomó el volante y ella asintió segura de sus próximas acciones.

- Es la primera vez que no dudo de lo que voy hacer. Ya no hay vuelta atrás.

- Bien...

El camino fue bastante tranquilizante, Yonhae sabía lo que hacía, no iba a negar que estaba nerviosa de hacer algo de lo que no podía evitar no tener consecuencias. Pero peor estaba su corazón. Darse cuenta que él nunca la había olvidado la destruyó más que la primera vez que lo supo. Le dio tantas oportunidades aún cuando supo la verdad, estaba en un error y ella lo sabía mejor que nadie, Yonhae solo comenzaba ha actuar por impulso, quiso mantener algo que no podía permanecer. Aquel amor solo era un capricho que por más daño le hiciera, también la hacía feliz de una forma que no podía entender.

Se hacía tantas preguntas con respecto a sus sentimientos, alejarse por un mes de todo le había sentado bien de alguna forma. Recorrió todos los lugares que recordaba y con el dolor en su pecho ella siguió hasta llegar al punto clave. No puedes aferrarte a lo que no quiere quedarse.

- Llegamos - Taehyung bajó el volumen de la radio y estacionó su auto Frente a la puerta - todos los accionistas están en esa sala, los medios de comunicación están ahí por una razón y usted es ese motivo.

- Lo sé...

- Es mejor ser diferente de quién hizo el daño. - tomó su mano con firmeza y dijo - No suba al barco si no quiere cavar dos tumbas.

- Joven Kim tengo que bajar - Yonhae soltó la mano de Taehyung y el como todo un caballero abrió la puerta de la chica, tomo nuevamente su mano y se adentraron al hermoso y bello hotel.

Al caminar y llegar adentro las cosas parecían tranquilas, no había personal y eso lo agradecía bastante porque así nadie sospecharía o daría un aviso a la bruja o como Tae le había puesto, Guanabana.

Claro porque una semana conviviendo junto a Tae Yonhae había tomado algunas pequeñas palabras del menor y copiado algunas frases para su propio beneficio.

Subieron las escaleras, pues el pánico que tenía Yon hacía los elevadores seguía y prefirió evitar otra desgracia. Al final llegaron al hermoso salón y por un momento se quedaron frente a la puerta viendo cómo el ruido y la voz de una persona se hacía adentro, ambos se miraron y por último dieron un respiro grande y largo.

- Como sabrán la perdí de la señorita Lee Yonhae nos ha mantenido impactados. - mencionó Gyeonghui con el micrófono en mano - Nunca podremos agradecer su buen labor, pasaba por momentos difíciles y me duele imaginar que mi hija... - algunas lágrimas resbalaron de su rostro - lo siento, haber perdido a Yonhae fue demaciado difícil. Quise sacarla del mal camino, pero ella se negó - limpio de su rostro - espero que todos puedan entender que ni el mismo señor Lee podrá hacerse cargo de esta situación pues ahora está en coma y con la perdida de nuestra hija la única sucesora para el puesto soy yo.

Todos miraban a la mujer como si fuera la mejor persona. Ayudar a un hombre que pronto estaba al filo de su muerte y dar la cara por su hijastra llamándola hija era de valientes. La señora estaba siendo considerada la mejor persona aún cuando las cosas no eran de esa forma.

- Pueden comenzar sus preguntas.

- Creo que yo puedo responder todas sus preguntas - Yonhae había entrado al juego - no es necesario que respondas madre - se acercó y todas las cámaras fueron a dar a ella y con ello también las miradas de todos en la sala - Esto es lo mío. Permiso.



TRAICIÓN 반역 Completa✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora