Capítulo ocho.

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siento haber tardado tanto en subir capítulo, estuve bastante ocupada con muchas cosas :c perdonen las molestias, a partir de ahora intentaré subir más seguido.

he renovado la portada omg , ¿qué les parece?

disfruten el capítulo <3

Capítulo 8 | Acuerdo Entre Madres


—Estás loca.

Adeline se erizó.

—Estáis todos locos—. Tristán sacudió la cabeza con incredulidad. —¿Casamentera? ¿Estamos en la antigua China? ¿Acaso existen esas cosas?

Ella agarró el extremo de su coleta y comenzó a rozar el extremo contra sus nudillos nerviosamente. —No soy... no soy realmente una casamentera profesional, per se...

—No, ¿de verdad? — La voz de Tristán goteaba de sarcasmo. —Y aquí estaba yo, todo listo para pedir referencias.

Se sintió aturdida, incapaz de seguir el ritmo. No sabía exactamente cómo explicar este lío porque, francamente, no estaba segura de poder justificarlo ella misma en primer lugar. Murmuró: —Tengo un hermano. Un hermano mayor.

—Bueno, eso es esclarecedor. ¿Historia médica? ¿La locura viene de familia?

Sus ojos se entrecerraron en rendijas y ella dijo: —Oh, cállate. Soy tan inocente en esto como tú.

—De acuerdo entonces. ¿Por qué no me explicas exactamente lo que está pasando, lo cual, por cierto, podrías y deberías haber hecho hace mucho tiempo?

Ella frunció el ceño. —Estoy llegando a eso, ¿no? Ayudaría que no me insultaras cada dos por tres.

Él la miró con expresión aburrida, sin molestarse en reconocer sus palabras.

Sus dientes rechinaron. —Hay planes de compromiso entre nuestras familias: entre mi hermano mayor y tu hermana.

—¿Por qué?

—¿Qué quieres decir con por qué?

—Quiero decir, ¿por qué de repente sienten que un matrimonio es necesario? — Los ojos de Tristán brillaron. —No es por negocios, ¿verdad?

La cara de Adeline se cerró. Dudó.

Tristán se dio cuenta y le advirtió con firmeza: —No te atrevas a jugar otra vez.

Cruzando los brazos frente a ella, apartó la mirada de él. —Es complicado.

Se echó hacia atrás, apoyando las manos en el alféizar de la ventana que tenía detrás. —Tengo todo el tiempo del mundo.

—Nos vamos a meter en problemas si nos pillan aquí-

—Adeline—. Se detuvo al oír su nombre. Es curioso. Ella no creía que lo había escuchado realmente decir su nombre antes. —Habla.

Lanzando un profundo suspiro, se tomó un momento para ordenar sus pensamientos. —Nuestras madres eran muy buenas amigas. Se conocieron cuando mi madre estaba aquí de intercambio y siguieron en contacto después de que mi madre se casara con mi padre y volvieran a China. Siempre habían bromeado con que cuando tuvieran sus propios hijos, les obligarían a casarse.

Hizo una pausa, casi esperando que Tristán dijera algo, pero él guardó silencio, continuando su examen de ella con aquellos fríos ojos azules. Ella debería haber imaginado que él sería del tipo que se quedaría callado hasta que lo escuchara todo.

Los Problemas de Tristán (FA#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora