Capítulo trece.

323 63 47
                                    

Bonjour mes amis :)))))) lo sé, han pasado milenios desde mi última vez por aquí. Déjenme decirles que este año está siendo un poco loco. Es mi último año en la universidad y la verdad que comencé las prácticas y con todo lo que tengo que hacer apenas tengo tiempo para mí. Pero nunca me olvidaré de Wattpad y ahora que tengo vacaciones puedo avanzar mucho :D 

Espero que estén todos muy bien de salud! Con el tema del covid que parece que no acabará nunca... sólo espero que de salud estén todos bien y que así se mantenga <3 mucho ánimo a todos.

Y ahora sin más dilación... os dejo con el nuevo capítulo de lpdt ^^ prometo que subiré a menudo y además les traigo sorpresas en forma de cosas nuevas que tengo pensadas ^^ como regalo de esta época en la que nos encontramos jdghhdugherihihg

Capítulo 13 | ¿Quieres escucharme?

Recordatorio del anterior capítulo: Recordemos que Adel le hizo un regalo a Tristán para disculparse por lo del collar. Después nuestra protagonista se peleó con Victoria y después apareció nuestro amado rubiales. 

Tristán remolcó a Adel por el pasillo con la mano apretada alrededor de su muñeca. Incluso ahora, a veces se sorprendía de lo delgado que era el brazo de ella y su mano rodeaba con facilidad la extensión de su muñeca.

No miró hacia atrás, continuando su paso. Sus pasos cayendo al ritmo de los de ella. —¿Sigue sangrando tu herida?

Hubo un ligero tirón de su brazo pero no hubo respuesta.

—¿Te ha herido en alguna otra parte?— Lo intentó de nuevo.

Seguía en silencio.

Se detuvo en seco y sintió que los dedos de ella le rozaban la espalda mientras casi tropezaba con él. Se dio la vuelta y ella retrocedió, apartando la muñeca de él. Parpadeó hacia él antes de que sus ojos se estrecharan en rendijas.

Su tono era ligero pero uniforme. Metiendo las manos en los bolsillos se balanceó sobre sus talones. —¿Quieres hablar conmigo?

—No nos hablamos, ¿recuerdas? No querría ofenderte con mi pequeño y molesto yo otra vez—, replicó ella.

Tristán tuvo que hacer una mueca. Asintiendo lentamente, murmuró: —De acuerdo.

Se miraron fijamente y él pudo ver el tic-tac de la mandíbula de ella mientras sus labios se movían, irritados.

Entonces él extendió la mano y ella retrocedió. Parpadeó y su expresión se ensombreció. Sin decir nada, su mano volvió a salir y se aferró a la mochila de ella.

Ella se negó a soltarla. —¿Qué estás haciendo?

—Estoy cogiendo tu mochila.

—¿Por qué?— Ella parpadeó. —No tengo mucho dinero.

—¿Me estás tomando el pelo? ¿Crees que estoy tratando de asaltarte o algo así?— Sus palabras eran incrédulas.

Los labios de Adel se alinearon mientras se llevaba la mano al pelo, tanteando los mechones sueltos antes de soltar la mano. Se encogió de hombros. —La verdad es que ya no sé qué esperar de ti.

Él no le contestó, sino que se limitó a tirar de su bolso.

Ella espetó: —¿Qué demonios quieres?—. Intentó rodearlo con los brazos abrazándolo a ella, pero él se lo quitó de encima.

—Me llevo tu bolso. Y tú vas a caminar conmigo—. Se colgó la bolsa del hombro y se marchó.

No vio la expresión de ella pero su voz sonó bastante inquisitiva. —¿Qué quieres decir con que te llevas mi bolsa? No tengo nada ahí excepto mis libros así que a menos que quieras hacer mis deberes por mí...

Los Problemas de Tristán (FA#2)Where stories live. Discover now