Parte 12

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Harry miró atento a la figura que se dejaba ver entre el humo que raramente había dejado el gran rayo.

— Hola, Perseo — Dijo Hermes sonriendo.

— ¿Hermes? — Preguntó extrañado el azabache, haciendo que el alto hombre asienta. — ¿Qué haces aquí?

— Me ha mandado nuestro padre a través del rayo para que te avise que tienes que hablar con él rápidamente.

— Pero... ¿Si es tan urgente, por qué no viene él? — Harry frunció el ceño.

— Sabes que no debe abandonar el Olimpo.

Harry soltó una risa cargada de ironía.

Detrás de ellos Draco no entendía nada. ¿Hermes? Él sabía quién era, hijo de Zeus, ¿Pero que querían de Harry? ¿Dijo nuestro padre...? ¿Eso significaba qué Harry era hijo de Zeus? Draco palideció.

— ¿Eres hijo de Zeus? — Los interrumpió.

Harry se giró para mirarlo. Hermes le tapó los ojos mientras él los cerraba.

— No lo mires, es un monstruo y te convertirás en piedra. — Dijo siseante.

Harry sacó la mano bruscamente y se agachó a donde estaban Draco y Scorpius.

Harry estiró su mano para acariciarle la mejilla.

— No me toques — Dijo alejando su rostro de la mano del azabache.

— ¿Cómo puedes mirarle a los ojos sin convertirte? — Dijo un sorprendido Hermes mirando a Harry.

— No lo sabemos — Dice el moreno frunciendo el ceño.

— Ya deberíamos irnos, Perseo. — Insistió el mensajero.

— No me iré a ninguna parte, Hermes.

Cuando el azabache se dió vuelta hacía los Malfoy, estos ya no se encontraban, miró hacia todos lados sin encontrarlos, debían estar en el templo. Se levantó y se dirigió hacia allí.

— Perseo, por favor, es urgente que padre hable contigo.

— Yo no quiero hablar con él, ni me interesa.

— Tu trabajo era matarlo, y ahora estás aquí... ¿Haciendo qué? ¿Protegerlo? ¿Esperando a que te mate? Por Zeus, Perseo, mátalo de una vez.

— Si voy con Zeus, ¿Te callarías de una vez? — Hermes frunció el ceño y asintió. Harry soltó un suspiro. — De acuerdo, llévame.

Luego de ver como un carruaje que volaba en el aire esperando por ellos, aterrizó, ambos se subieron. Harry miró hacia el templo.

Draco miró la puerta por la que Harry y Hermes habían entrado y salido hace unos segundos.

Era obvio que lo quería matar y usar su cabeza como trofeo, ¿Qué más esperaría del hijo de Zeus? ¿Qué se enamorara de él? Soltó un bufido con burla.

— Scorpius. — El niño se acercó a él y lo miró con esos grandes ojos plata.

— ¿Sí, papi?

— Debemos irnos. ¿Puedes avisar a las demás?

— Pero, — Lo miró triste — ¿Y Harry? ¿Qué pasará con él?

— Él se ha ido, para siempre. Buscaremos otro lugar para vivir, aquí ya no es seguro para nosotros, ni para las serpientes. Así que agarra todo y avisa a las demás que nos debemos ir ahora. — Scorpius asintió tristemente ante lo dicho por su padre y fue a buscar a los demás.

Estaban juntando lo más importante, sin darse cuenta que estaban siendo vigilados por alguien que salía del mar. Con una gran sonrisa se acercaba al templo.

El hijo de Zeus y ¿Medusa? (Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora