La graduación

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Hogwarts, Hogwarts, Hogwarts,
enséñanos algo, por favor.
Aunque seamos viejos...

El último día de clases el gran comedor estaba lleno de alumnos cantando a todo pulmón el curioso himno de Hogwarts; todos desfasados y a una tonalidad completamente distinta. Isabella sólo movía los labios, divertida de ver al resto de sus amigos intentando cantar aquella estúpida e incoherente canción.

Con el rabillo del ojo vio a Barnaby Lee cantando aquél himno tan emocionado como se le canta a alguien el feliz cumpleaños, a Penny Haywood desternillándose de risa en la mesa de Hufflepuff, a Talbott Winger con una expresión de desconcierto y los labios perfectamente sellados y a Jae Kim tratando de seguir torpemente la letra que apuntaba el director de Hogwarts con su varita.

Cómo los extrañaría, todos aquellos chicos poco a poco se habían vuelto su familia.

Así que enséñanos cosas que valga la pena saber,
haz que recordemos lo que olvidamos,
hazlo lo mejor que puedas, nosotros haremos el resto...

Isabella no necesitaba ver a Merula, que se encontraba junto a ella en la mesa de Slytherin, para saber que estaría poniendo los ojos en blanco en una expresión de absoluto desprecio. Aún así, volteó discretamente para confirmarlo.

-Anda, ¿no te gusta la canción? Pero si es tan lindaaaa.- Le dijo Isabella a Merula en tono burlón.

-Claro que no. Es absolutamente patética.- Merula puso una expresión de repugnancia e hizo movimientos con las manos como quien espanta a una mosca molesta.

Isabella se echó a reír tapándose la boca, aunque se reprimió completamente al ver a Snape fulminándola con la mirada desde la mesa de profesores. Dumbledore le indicó a los alumnos que podían sentarse con un ligero gesto y comenzó a dar su habitual discurso de fin de año.

-Pensé que Snape se relajaría un poco por ser el último día de clases.- Le susurró al oído a Merula.

-Parece que después de 7 años no aprendiste nada, Walsh.

-Ya, pero tenía esperanza...

Tras aquellas palabras, la comida apareció sobre las mesas para dar inicio al banquete de fin de año. Todos los presentes se dispusieron a comer más o menos en silencio.

-¿Tú tienes sueños recurrentes, Merula?- Preguntó Isabella mientras se servía más puré de papas.

-No. Por lo general no recuerdo lo que sueño. ¿Y tú, Walsh?

- Últimamente he soñado con una serpiente verde que se enrosca y parece que pronto atacará.

-Debe ser por todas las serpientes dibujadas en las tapicerías de la sala común.

-Pero no deja de darme miedo soñar con eso cada que duermo...

El resto de la comida la llevaron con tranquilidad, como si todos los alumnos ahí presentes quisieran recordar por siempre el sabor de los últimos bocados que probarían en el gran comedor. Terminando el banquete serían oficialmente graduados. Terminando el banquete se irían para no volver a pisar lo que fue su segundo hogar por 7 años. Era una sensación abrumadora, vertiginosa y emocionante a partes iguales.

Tras el banquete la profesora McGonagall se levantó e instó a que todos los alumnos de séptimo año se levantaran también. Entre los aplausos y vítores de sus compañeros menores se pusieron de pie, formaron filas de acuerdo a su casa y se dispusieron a caminar ceremoniosamente para salir del gran comedor, dándole un último adiós a lo que probablemente era el recinto más hermoso e impactante de todo Hogwarts.

BAD ENDING: House of Memories (MERULA SNYDE X MC)Where stories live. Discover now