Revelación

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Isabella seguía absorta en la fotografía, como intentando memorizar cada uno de los rasgos del rostro de su novia, queriendo grabar su sonrisa en su mente...

Estaba tan ensimismada con ella que creyó oirla hablar.

-Sé que está por aquí, podría jurarlo...

"¿Qué?" Pensó Isabella. Se oyó suave, pero demasiado real para que fuera solo una fantasía. Pero... no podía ser Merula, ¿o si? Contuvo la respiración y aguzó el oído.

-Date prisa, Snyde. Dijiste que sabías lo que hacías. Quedamos tú y yo.

-Yo...

No. No podía ser verdad. Merula estaba ahí afuera. A tan solo unos metros de ella. El corazón de Isabella empezó a latir tan rápido rápido temió que se le saliera del pecho. Por un instante sintió que toda la sangre de su cuerpo había desaparecido. No podía ser verdad ¡esos desgraciados encapuchados estaban con Merula! De seguro sabían lo que había entre ellas dos, la habían capturado como rehén para hacerla salir. Menudos cobardes hijos de...

Tenía que detenerlos. Tenía que salvar a Merula. Y un tobillo roto o unos cuantos magos tenebrosos encapuchados no la detendrían.

Se guardó la foto y la varita entre la túnica. Con las manos recogió hacia atrás todo su brillante cabello color rojo cereza para amarrarlo en su habitual peinado. Se quitó de encima la capa casi completamente destruída de Talbott y la dobló en el suelo, luego, ayudándose con la fuerza de sus brazos, se incorporó para salir de su escondite. Isabella nunca había sido muy buena para el trabajo físico, y menos ahora con el maldito tobillo roto.

Arrastrándose, logró por fin salir de las ramas del árbol y comenzó a mirar a todas direcciones en busca de Merula; pero todo estaba silencioso.

...demasiado silencioso.

-¡Aaaaaaay!- Gritó de sorpresa cuando sintió de pronto una presión enorme en la espalda; algo pesado pero tan delgado como un lápiz le había hecho crujir las costillas. No podía levantar el rostro, le costaba respirar.

-Te tengo.- Le dijo una voz juguetona y maligna a partes iguales. No... no podía ser... El sudor comenzó a recorrerle la espina dorsal, pues su cuerpo reconoció la voz mucho antes que su cerebro.

Patricia Rakepick.

Rakepick estaba ahí. Rakepieck fue quien la sacó de la fila de los botes. Fue quien los persiguió por todo el bosque con la intención de matarles. Era quien ahora le estaba clavando uno de sus tacones en la espalda hasta hacerla bufar de dolor. 

Antes de que pudiera decir algo en su defensa, Rakepick la había tomado del pelo con fuerza y le echó la cabeza brúscamente hacia atrás. Isabella sintió como parte de su cabello cayó por su cuello, húmedo y pegajoso; mientras las lágrimas de dolor le brotaron de los ojos sin que pudiera impedirlo.

-¿No saludas a tu antigua profesora, Walsh? Qué malos modales.- Rakepick se había arrodillado y ahora mantenía su cara retorcida en una mueca de traviesa locura a unos pocos centímetros de la suya. El corazón de Isabella comenzó a latir a mil por hora, como el de una presa a punto de entrar a las fauces de su depredador.  Pero la muchacha era de espíritu fuerte, y siete años contra el bullying de Ismelda Murk en Hogwarts no habían pasado en vano. Se concentró y juntó las fuerzas para carraspear y hacer que un enorme escupitajo cayera justo en medio de la cara de Rakepick.

-¡MALNACIDA! ¡YA VERÁS!- Y se incorporó de un salto, puso a Isabella de rodillas arrastrándola por el pelo y le propinó con la rodilla un fuerte golpe en medio del rostro. Isabella oyó crujir su nariz, sintió que algo comenzaba a resbalarse a chorros por todo su labio superior y la cabeza comenzó a zumbarle. Quedó tirada boca arriba en el piso, dando bocanadas de aire para poder seguir respirando y no opuso resistencia cuando, otra vez sujetándola del cabello, Rakepick la arrastró hasta llegar con otra figura encapuchada. La volvió a incorporar solo para tirarla con más fuerza al suelo al tiempo que decía con su desdeñosa voz. -Aquí está. Solo bastaba buscar un poco mejor.

BAD ENDING: House of Memories (MERULA SNYDE X MC)Where stories live. Discover now