Capítulo 62: Para gustos, los colores.

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Narra Alexandra

Desperté ante el estruendo de un libro cayendo sobre la mesa, estaba en la biblioteca, abrí mis ojos.

- Deberías dormir Riddle - exclamó Snape, había dejado caer el libro para despertarme, al parecer me había quedado dormida a media lectura de un capítulo del libro de pociones.

Las T.I.M.O, eran este año y quería estar totalmente preparada. Pero últimamente entre los entrenamientos con Dumbledore e ir a la sala de menesteres cada tarde, además de estudiar por las noches, no tenía suficientes horas de sueño.

- Dormiré más tarde profesor - exclamé regresando mi mirada al libro, nadie podía saber que era mi padrino. Se acercó a mi y me vio de forma fija.

- Hablaré con Dumbledore, esta tarde no tendrás práctica, queremos una aprendiz despierta, no una que parezca un Demiguise, así que anda, levántate y ve a tu habitación, las clases han terminado así qué como te vea en los pasillos te descontaré puntos en mi clase - exclamó serio, lo miré a los ojos y el enarcó una ceja.

- Bien - murmuré recogiendo mis cosas, el pareció tener una leve sonrisa, misma que se borró cuando me giré para mirarlo, me puse de pie y asintió.

Salí de la biblioteca dirigiéndome a la torre de Gryffindor en realidad agradecía que Snape me hubiera dado la tarde libre, las tareas podían esperar y bueno, no creo que los chicos se enfaden por un día que falte.

Continué a paso firme acercándome a la torre, cuando sentí como tomaron mi mano llevándome a un pasillo oscuro.

- ¿Podemos hablar? - preguntó viéndome, se le notaba nervioso, suspiré asintiendo.

- ¿Qué pasa Nott? - lo miré de arriba a abajo - ¿está todo bien?

- Si, o bueno no, o no sé.

- Suéltalo, ¿vamos afuera?

- No, no recuerda veinte centímetros de distancia, la duende rosa lo dijo y como nos vea juntos hará que escribamos con su pluma de lunática, y no quiero que Malfoy me mate antes que mi familia por ello - al pronunciar esto último, me preocupe, algo aquí no estaba bien.

- Esta bien, dime ¿en qué te puedo ayudar?

- Es algo... difícil de explicar - exclamó y sólo miraba al piso, viendo sus zapatos -¿tú recuerdas el día que entraste a mi mente en la casa de Malfoy? - asentí - ¿y re-recuerdas lo de Blaise? - asentí de nueva cuenta - mis padres lo han leído todo.

En ese momento, todo comenzó a cobrar sentido, me sentí nerviosa y preocupada, por lo que sabía los padres de Nott eran algo estrictos sobre ese tema, así que si yo me sentía de esa manera no podría imaginar cómo se siente él.

- ¿Y qué ha ocurrido? - pregunté preocupada - ¿te han regañado?

Él no respondió, en cambio levantó un poco su suéter, provocando que también su camisa saliera de su pantalón, levantó ésta un poco y pude ver su torso lleno de moretones, luego se giró y su espalda estaba igual.

- Mi padre no me golpeó en la cara para que los demás no se den cuenta de lo que ocurre, ya sabes, ya sabes, tenemos una "imagen" que mantener - exclamó fingiendo hacer comillas con sus dedos - pero eso no es todo, me han pedido que me aleje de Blaise, no me importó tanto que mi padre me golpeara, pero me ha prohibido estar cerca de Blaise, ¿cómo se supone que lo haga?, somos amigos desde antes de venir a Hogwarts. Trabajamos juntos, estamos en la misma casa.

- ¿Pero tus padres como se darían cuenta de que le has dejado de hablar?, ellos no están aquí.

- Hablarán con Umbridge, ella les informará de todo, de lo contrario, tendré que irme a Durmstrang, ¿cómo se supone que me aleje de él así como si nada?, Alexandra yo... a mi él...

- ¿Te gusta? - pregunté viéndolo, sus ojos comenzaron a cristalizarse y asintió, en ese momento abrí mis brazos y él se acercó uniéndonos en un abrazo.

- Creo que si Alexandra, y tengo miedo, ¿p-porque tiene que ser tan difícil?, no sé lo que siento por él solo sé que no es lo mismo a como me siento contigo o Malfoy, es un sentimiento diferente, son ganas de estar con él todo el tiempo, que el tiempo pase volando a su lado, me río de sus chistes aunque tú sabes que a veces son malos, demasiado malos - me abrazó un poco más fuerte - ¿porque no puedo enamorarme o sentirme de la misma manera con una chica?, lo he intentado durante años, pero nada funciona.

- El amor es algo que no se puede describir, cuando te enamoras, tampoco puedes describirlo, si pudieras describirlo perdería la magia, sería sencillo y fácil, pero en lugar de ello, es raro en incomprensible - exclamé durante el abrazo, el luego se separó y me miró.

- Odio ser así Alexandra, si no fuera así, tal vez mi padre no me hubiera golpeado, por Salazar, Alexandra escuchar el llanto de mi madre me destrozaba más que los golpes, ver cómo le decía a mi hermano que me soltara para que mi padre no siguiera golpeándome era... - negó y miró al piso - Ni siquiera sé lo que siente Blaise, tal vez ni siquiera me corresponde.

- Uno no elige a quien amar Nott, el sentimiento ahí está, más no sabemos a quien le será destinado ese sentimiento, tampoco sabemos el momento o de que forma será, simplemente ocurre, a veces puede que no sea fácil, pero tiene solución, todo tiene solución, te ayudaré Nott - me miró confundido - seré su lechuza.

- ¿Q-Qué?

- Seré el medio por el cual se comuniquen, tal vez no estoy en Slytherin, pero puedo ayudarlos aún así, estamos en todas las clases juntos.

- ¿Pero que le diré a Blaise, cual será la razón que le de, del porque no puedo hablarle?, ya me vi, iré con él diciéndole, "hola Blaise, ¿que tal todo?, ¿tienes la tarea tarea de Pociones, tienes un espacio para mi en ese corazón también? Oh por cierto, no puedo hablarte porque mi padre me odia ahora que piensa que soy gay."

- No, no, puedes decirle tal vez que no sé, tus padres creían que no era una amistad sana y que si no lo hacías te enviarían a Durmstrang, le parecerá raro lo de la amistad no tan sana, pero si le dices de Durmstrang su atención se centrará en ello, no querrá que te vayas y accederá a que yo sea la lechuza de ambos.

Los ojos de Nott parecieron tener cierto brillo, sonrió y me abrazó.

- Por eso te amamos tanto, el hurón ganó en la vida contigo, tienes razón uno elige a quien darle el corazón, quien le gustará o de quien se enamorará, después de todo, para gustos, los colores.

Alexandra Riddle (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora