¿Hot dogs, papas fritas, refresco?¿No se supone que aquí comían saludable?

1.5K 171 4
                                    


No estaba de humor para celebraciones.

Y menos sentada en una mesa de pícnic completamente sola. Extraño a mis cazadoras.

El pabellón comedor resultaba bastante agradable, Incluso en invierno, las fronteras mágicas del campamento nos resguardaban de los peores elementos. Sentada al aire libre al calor de las antorchas y los braseros, solo notaba un poquito de frío. El estrecho de Long Island resplandecía a la luz de la luna, pero era un brillo gris y apagado. En la Colina Mestiza, la Atenea Paternos brillaba como la lámpara más grande del mundo. el bosque se veía agradable con los pinos cubiertos en una ligera niebla plateada. Aun así, con esto de los desaparecidos el bosque me es inquietante.

Sin embargo la cena no fue precisamente poética. Estuvo compuesta por hot dogs, papas fritas y refresco. No sabía por qué los humanos consumían refresco, ni de qué estaba hecho, pero fue lo más sabroso de la cena, un detalle desconcertante. Considerando el sabor de este, debía de tener como una tonelada de azúcar. Tenía entendido que en el campamento servían comida saludable, principalmente pan y barbacoa ahumada. Supongo que es por la época del año.

Estaba sentado en la mesa de Artemisa, mi mesa, estaba completamente sola. Veía como en la mesa de al lado estaban Will y otros dos hijos de Apolo, una chica y un chico, también estaba Nico di Angelo. No entendía el por qué, se suponía cada quien debía de comer en su propia mesa, no habían cambios.

También me preocupa como al pasar las horas me acordaba cada vez menos de mi vida divina. Resulta alarmante la rapidez con las que mis neuronas se deterioraban. Se supone que el cerebro humano puede almacenar hasta trescientos años de audio y video continuo. El problema es que yo no necesitaba trescientos años, necesitaba cuatro mil ciento doce.

También me incomodaban las fugaces miradas que recibía de todo el mundo, como si me evaluaran, los chicos sabiamente se alejaban un poco de mi, y se cubrían instintivamente sus partes cuando miraba en su dirección.

El único que no parecía incomodarle era a Perseo, el me dedicó una mirada de lastima, como si el supiera lo que era sentirse rechazado y observado. Probablemente así se sintió cuando lo reconocieron considerando quien es su padre.

Le hice una seña a Perseo para que se acercara, luego me levante y me recargue de espaldas a un pilar en la esquina del lugar. Perseo llegó y se recargó a un lado mío, dejando suficiente espacio para que no fuera incómodo.

-¿como lo llevas?- me pregunto

-extraño a mis cazadoras- dije de inmediato, el me miro con comprensión. -¿no se siente bien estar solo en la mesa verdad?- me cuestionó el.

Negué con la cabeza

-para nada- dije -¿por que el chico di Angelo esta con los hijos de mi hermano?- le pregunté.

Perseo soltó una pequeña risa

-Solangelo- respondió, -¿que?- pregunté sin entender.

-en resumen, le dijo a Quirón que su estaba solo se podía estresar y causar "inconscientemente" que aparezcan zombis y esqueletos, y la mejor manera de evitarlo es que esté sentado con alguien más, preferiblemente Will, aunque a veces nos visita a mi o a Jason cuando estamos en el campamento- me explico.

-suena muy conveniente- le dije, claramente el chico solo estaba fingiendo para no estar solo, lo peor es que no podía culparlo.

-lo es, pero bueno, tiene una carta del doctor y nos conviene a todos los que estamos solos en nuestras mesas, y a Will.

Miré el comedor. Conté a diecinueve campistas en total. La mayoría estaban sentados en sus propias mesas: un chico de Ares, una niña de Afrodita, otra más de Demeter. En la mesa de Niké, dos jóvenes claramente gemelas conversaban sobre un plano militar. Dos chicas las cuales supongo eran Julia y Alice junto a Conor Stoll en la mesa de Hermes. El propio Quirón, que había vuelto a su forma de centauro estaba en la mesa principal junto a unos sátiros.

Mierda, sátiros, normalmente mi aura natural los atrae hacia mi, y es la mar de incómodo, por que no pudo solo matarlos ya que es algo fuera de su control, pero aún así no deben acercarse a mi, siempre fue incómodo. Los propios sátiros me miraban con incomodidad, supongo que al menos mi aura sigue allí, bastante apagada si pueden controlarse, pero allí sigue.

-¿donde están el resto de los tripulantes del Argo?- pregunté a Perseo

-bueno- empezó el- aquí estoy yo. Hazel y Frank están en el Campamento Júpiter trabajando en la legión. Jason y Piper están pasando el curso en Los Ángeles con el padre de Piper. Se llevaron al entrenador Hedge, Mellie y al pequeño Chuck con ellos.

-Aja- asentí, los últimos nombres no me sonaban pero no lo mencioné.

-¿y el latino? Esto... ¿Valadez?

-Valdez- corrigió Perseo- Leo ya no está con nosotros, bueno más o menos, unos días más tarde de su muerte recibimos un pergamino volador con un mensaje, creo que lo tiene Nico.

Hice una mueca.

-¿murió?- le pregunté

-si, pero resucitó- explicó Perseo- ¿recuerdas cuando llegamos con el barco a Delos?- me pregunto,

Asentí

-estábamos buscando la cura del médico, Leo convenció a Apolo de conseguir el encanto de Delos tras crear un nuevo instrumento musical para Apolo.

-un día de estos perderá su casa por un instrumento musical- dije

Perseo se encogió de hombros

-y sin su hermana allí para detener sus idiotezes tal vez algo mas-

Otra vez tuve que darle la razón.

 Noté que el evadió a la hija de Atenea  a propósito, no se lo mencione.

Nos quedamos en silencio un rato solamente viendo el tiempo pasar, por algún motivo la presencia de Percy era... tranquilizadora.

Quirón levantó los brazos para reclamar la atención de todos.

-¡Campistas!- su voz lleno el pabellón. Podía resultar bastante imponente cuando quería- ¡Tengo unas cuantas cosas que anunciar, incluidas noticias sobre la carrera de tres piernas de mañana!.

-¿la que de que?- dijimos Perseo y yo a la vez. Tenemos que dejar de hacer eso.

Las pruebas de la luna: el oráculo ocultoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon