Librado.

20 8 6
                                    


De rencores me he librado,

de desdén y petulancia

y, además, de la arrogancia

que me ha caracterizado.

Desde que estás a mi lado

me has enseñado el camino,

me has mostrado aquí conmigo

que nada me faltará

y que nada temerá

quien decida estar contigo.

De martirio me he librado,

de angustia y de necedad

poniéndome su Verdad

de plano, justo en mi mano.

Su Palabra no es en vano;

Nunca retorna vacía.

Buena victoria la mía

la de decidir amarte.

Y luchando en agradarte

hasta esta vida daría.

La próxima, ¡ni de juego!

Esa otra vida es regalo

de mi Dios santo y amado

y devolverla, no puedo.

En mi mente siempre vuelo

hacia mi futuro hermoso

donde encontraré reposo

lleno de paz y armonía,

de unidad y melodía,

de santidad y de gozo.

Mañana no moriré;

no me faltará la vida.

Puedo olvidar que tenía

un temor que ya borré.

Gracias a mi Yaveh

abandoné mi pasado.

Por ende, se me ha dado

oportunidad y esperanza.

Y en el nombre de esta alianza:

¡De perecer me he librado!

Poemario celestial IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora