𝐑𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐈𝐧𝐯𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 (SakuAtsu)

⛓⋰✵𝓒𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 5⟿

4 de Diciembre.

¿Qué más puedo hacer?

Ver tu gran sonrisa mientras tomas su mano y ella recarga su cabeza en tu hombro, ambos en ese sillón con una manta mientras ven alguna película romántica. Sólo puedo sonreír porque sé que eres feliz con ella, eres amado por ella; incluido por mí.

Mi pecho duele cada vez más, ¿Acaso no llegaré al día en que te cases? Yo también quiero ser amado.

Cada una de tus palabras junto a suspiros por ella, dañan más mi corazón; las ganas incontrolables de toser se hacían presente cada vez más seguido cuando los veía juntos.

La luna está hermosa.

Siempre lo ha sido, ¿Verdad Atsumu?

El cielo brilla en su máximo esplendor, la luna y las estrellas están juntas como todas las noches. El aire era cada vez más frío y yo sólo podía sentir como golpeaba mi piel.

Las incontables ganas de toser habían sido presentes desde que volvieron de su cita, me saludaron y contaron lo divertido que fue para ustedes, dijeron que querían ver una película conmigo pero decidí negarme. Sólo soy un mal tercio entre ustedes y salgo más herido ahora que tengo esa rara enfermedad.

¿Por qué tuve que ser yo?

Siempre me estuve cuidando de no contraer alguna enfermedad por los incontables gérmenes pero al parecer no pude cuidarme de ti. Maldito germen, pero lindo. ¿Por qué me tuve que enamorar de ti? ¿Por qué de alguien que no tiene los mismos gustos?

- Omi-kun, la llevaré a casa no tardaré -

- está bien, lleva un abrigo -

- lo haré y tú ya métete a la casa o te vas a enfermar, estás usando algo muy ligero -

- ya voy -

- ¿Bajarás a despedirte? -

- no estoy en condiciones, dile que me disculpe -

- vale, ¿Te encuentras bien? Te he notado algo extraño desde que llegamos -

- sí estoy bien, ya vete o se les hará más noche -

- bueno, ahorita nos vemos -

Ni siquiera podía verte a la cara.

¿Que hizo que me enamorara de ti?

- ¡Woow Omi-kun, eres genial! ¿Puedes rematar
más de mis pases? Por favor -

- supongo -

Pasar todos los descansos entrenando contigo era algo relajante, tus elogios cada vez que tus colocaciones encajaban perfectamente con mis remates te hacían tan feliz y yo sin darme cuenta, era feliz por dentro.

- ¿Trajiste tu almuerzo Omi-kun? -

- no me dió tiempo de preparar algo -

- ¿Pero traes dinero para comprar en la
cafetería? -

- ni loco me acerco a ese lugar rodeado de muchas personas con todos sus gérmenes -

- pero debes comer algo -

- antes del segundo descanso saldré a comprar algo -

- no vas a aguantar tanto tiempo, ten come - empujaste tus palillos con sushi hacia mi rostro.

- no tengo hambre -

- no te pregunté, come - lograste tu cometido, metiste los palillos a mi boca.

- ¿No habías comido de los palillos, cierto? -

- no, ¿Por qué? -

- capaz y me pasas tus gérmenes y que asco -

- no seas tan exagerado Omi-kun jajaja -

Tu risa era de las cosas más bonitas que he podido escuchar, tal vez fue tu sonrisa o tu forma de ser, quizás tus atenciones o hasta el más mínimo gesto lo que me enamoró.

¿Qué le habrá enamorado a ella de ti?

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