Quinto Poema

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Quinto Poema

Cuando los rayos de sol se ocultan
y la luz desaparece,
la noche tan oscura se anuncia,
sin las estrellas que la enaltecen.
Las nubes el cielo inundan,
la luna blanca se desvanece.
A esta hora el terror se enuncia,
es momento de que el juego empiece.

Seis almas, tan desdichadas todas,
en un cementerio juegan.
A la entrada del mismo, valientes se asoman;
el viento funesto abre la reja.
Un leve suspiro acaricia tu oreja;
el miedo recorre tus venas.
Tembloroso te giras,
¡Bu!
Menos mal que solo era ella.

Unos ojos rojos te observan;
tu piel completa se eriza.
La criatura siniestra te asecha;
tu corazón asustado palpita.
Su verdadera forma revela;
ella aferrada a tu brazo grita.
La inocente se asusta y se aleja.
Solamente era una ardilla...
Un escalofrío a tu espalda acaricia,
el crujido de una rama te pone en alerta.
Sientes un susurro, el temor inicia;
Te giras pero... No hay nadie cerca.

Cada vez que das un paso,
sientes una voz extraña.
Tranquilo, no estás solo,
el miedo te acompaña.
Caminas desesperado
y anhelas la mañana.
¿Que haces en un cementerio
A las 3 de la madrugada?
El cuarto menguante se asoma,
te dedica sombrías sonrisas.
De un tronco vacío te apoyas,
una estrella de sangre tú pisas.
Cuando tu rostro por fin asomas
y te deslumbra el paisaje que avistas,
un grito sonoro de horror arrojas:
colgada y sangrienta tu amiga hecha trizas.
En la yerba caes, tus piernas se aflojan,
tu rostro está pálido, te paralizas.
Una gota roja en tu mejilla se aloja,
un fétido aliento a tu oído se expira.
Giras tu rostro... No hay nadie en la zona;
pierdes la esperanza, tu muerte se arrima.

Convencido de tu trágico destino,
recuerdas tenue el calor de la chimenea.
Las lágrimas descienden; estás arrepentido,
y la imagen de una mujer a lo lejos se aprecia.
De rodillas caminas hacia ella.
"¿Mamá, eres tú?",
lanzas una pregunta sin respuesta.
Tambaleante te acercas;
su voz te embelesa.
"Ven aquí, pequeña criatura;
tu madre te espera".

Tu cuerpo gentilmente se enfría;
la guadaña de la parca reclama tu cabeza.
Tus sentimientos lentamente se vacían;
ya no hay dolor, miedo, felicidad ni tristeza.
El último segundo de tu vida;
la ironía de morir donde empezaste tu odisea.
Abrazado a la imagen que te dio la vida,
mientras cientos de colmillos tus entrañas cercenan.

¡Oh!; que desdichada alma lúgubre.
Entonaba la melodía fúnebre.
Y la traviesa Luna de octubre;
a los seis Geranios oscuros cubre.

Blade D Ryuu

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⏰ Last updated: Jul 29, 2022 ⏰

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Poemario a la Luz de la LunaWhere stories live. Discover now