Exquisitas tentaciones [Hazbin Hotel y tú]

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Mordió la cinta con los colmillos para que esta se cortara y así por fin terminar el trabajo de pegar aquel cartel en el poste. Eran muy notorias las diferencias creativas entre los socios del hotel. Por un lado parecía colorido, escrito con crayola y muchos dibujos, mientras que por el otro el papel se veía antiguo y escrito elegantemente con tinta negra y una delgada pluma.

Cumplía perfectamente su función, aquella presentación llamaba la atención de los pecadores que por ahí pasaban. Respiró hondo y prosiguió su camino mientras contaba los carteles que aún le faltaban por pegar, eran mucho menos que al inicio, le habían dado todo un bulto aprovechando de que su principal habilidad era la velocidad.

Charlie había distribuído a todos los del hotel en diferentes secciones del anillo del Orgullo en el infierno para así terminar más rápido el trabajo. Alastor había sido enviado a la colonia caníbal puesto que no suponía peligro para él.

—De acuerdo... esta sección ya está lista —Tachó de un mapa otra colonia y tomó camino a la siguente, no se quedaba más tiempo del necesario en una sola calle para evitar problemas.

Llevaba puesto los patines, por lo tanto se deslizó con rapidez por la acera mientras pegaba los carteles en los postes que encontraba. Fue cuestión de pocas horas para terminar completamente con todas las hojas que le habían asignado. Sacudió sus manos y con una sonrisa satisfecha se dió vuelta para volver al hotel.

—Que curioso —Las manos de un demonio tomaron uno de los tantos cárteles pegados en los postes, leyó el contenido con detenimiento y luego la silueta de la chica quien se alejaba con velocidad.

Dobló la hoja a la mitad y rió para sus adentros guardándola.

[...]

—¡No quiero criticar tus elecciones de vestuario, querida socia! —Alastor siguió esquivando los intentos inútiles de Charlie por darle un traje— ¡Pero insisto en ponerme mi característico traje, puedo hacerle pocas modificaciones!

—Pero Al... —La rubia se detuvo y le miró con ojos de cachorro.

—¡Lastimosamente eso no te servirá conmigo! —Palmeó levemente la cabeza de ella— ¡No permitiré que mates mi imagen con un aburrido y burdo traje negro!

—Ah... —Suspiró y miró a Angel— ¿A ti te ha gustado el tuyo?.

—Meh, supongo que es lo que se usa en este tipo de eventos —Respondió modelando frente a un espejo el traje blanco y rosa, le recordaba bastante al que Alastor le había hecho aparecer cuando recién llegó al hotel— Me gusta el sombrero.

—¡Mira mi vestido!, ¡tiene muchos puntos, me encanta! —La pequeña cíclope de cabello rojizo corría de un lado al otro hablando rápidamente, luego de decirle a Angel fue con Alastor— ¡Es bonito, ¿no?!, ¡la señorita Charlie lo eligió para mí!.