Exquisitas tentaciones [Hazbin Hotel y tú]

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El ambiente en el hotel era muy tenso, en primera instancia, la idea principal del hotel feliz había sido un fracaso y ya no se encontraba el propósito del sitio. La actitud alegre e infantil de Charlie no se había manifestado desde que llegaron al hotel.

—Angel... ¿se fue...? —Preguntó la princesa con incredulidad, deseando que Vagatha solo estuviese haciendo una broma de muy mal gusto en el peor de los momentos.

—Ya te lo dije, fue poco después de que tú y ____ salieran, dijo algo acerca del hotel y se fue riéndose —Explicó con el semblante serio—Seguro pensó que ya no le daríamos dinero u hospedaje solo porque el propósito del hotel se perdió, es mejor así cariño, ya no tenía caso.

—... —Un silencio incómodo imperó en la estancia.

—¡E-Espera!, ¿no dijo a dónde iba? —Preguntó _____ de pronto.

—Dijo algo acerca de una deuda, en fin, Charlie, ¿podemos hablar?

La princesa asintió, sus ojos demostraban duda pero aún así siguió a su novia por el pasillo, dejando a _____ sola. La pecadora se encontraba nerviosa, estando así por lo que había dicho Vaggie, Angel se había ido y ahora estaba ansiosa por el echo de que seguramente volvería a los estudios pornográficos de Valentino, eso era justamente lo que le preocupaba.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un leve sonido blanco a sus espaldas, seguido de un carraspeo a través del filtro de sonido de una radio vieja.

Tragó en seco y se giró lentamente.

—¡Al fin tenemos oportunidad de hablar! —Dijo él mostrando su espléndida sonrisa, haciéndola estremecer, no saber cuál era su emoción real la aterraba— ¡Te noto muy angustiada, querida! —Rió mientras la rodeaba cual tiburón en acecho.

La rubia apretó su propio brazo y desvió el contacto visual. A parte del temor, una inigualable pena le recorrió de pies a cabeza.

—¡Pero es sumamente comprensible has pasado por tanto en poco tiempo! —Después de unas cuantas vueltas a su alrededor, por fin quedó de frente a ella.

El de traje carmín alzó levemente sus manos a los lados, esto hizo que la demonio delante de sí alzara la vista confundida.

—¿Qué esperas? —Preguntó inclinando la cabeza hacia un costado.

"¡Estaré en primera fila para deleitarme con el espectáculo, pero también para recibirte con los brazos abiertos cuando decidas rendirte!"

Las palabras dichas por Alastor tiempo atrás vinieron a su mente. Por un momento, solo por un pequeño instante necesitaba aquello, movida por su falta de consuelo no dudó en arrojarse a los brazos de él y acurrucarse en su pecho. Él tuvo un sobresalto al tocarlo, sin embargo acarició su espalda brindando el reconforte que necesitaba.