12. Suficientemente bueno.

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—Entonces saldrás con un tipo —Evan me mira a través del espejo mientras se peina, acaba de salir de la ducha luego de haber llegado de su cita de anoche, que duró hasta el mediodía de hoy, yo tenía que hablar con él así que vine por un consejo.

—Sí —le digo—. Esta tarde.

—De alguna manera pensé que solo te gustaba Jerome —me dice—. Pero bueno, si realmente quieres hacer esto, yo te apoyo, siento que es bueno que amplíes tus horizontes, sobre todo porque el que te gusta es...

Él hace una pausa.

—¿Qué? —entrecierro los ojos.

—No sé si decirlo —comenta—. Me cae bien pero... yo sé que es problemático e infantil, y aparte no quiere nada serie. Es una trampa para estúpidos.

—¿Insinúas que soy estúpido?

—Uh ¿Sí? —Evan se encoge de hombros—. Cada vez que Jerome chasquea sus dedos vas detrás de él y no me malinterpretes, todos hemos pasado por ahí, pero a los quince años, no sé, tendrías que saberlo ya ¿No te enamoraste de alguien que te volvía loco pero terminaste entendiendo que solo te utilizaba?

Yo me pongo a pensar por unos segundos. No, realmente no me pasó eso porque mi única novia era una chica tan buena y genial y yo de verdad no estaba obsesionado con ella. Éramos amigos, más que novios, y hacíamos cosas que los amigos hacían, más que cosas de novios. Creo que la única diferencia entre ser mejores amigos y ser novios era que teníamos sexo, pero de resto era una relación de amigos tan normal que hasta habían personas cercanas a nosotros que olvidaban que éramos pareja.

—No —respondo a mi pesar—. Las cosas con Sara eran muy diferentes.

—Mmm —Evan asiente—. Entonces Jerome es tu primera obsesión.

—No estoy obsesionado.

—Como digas —Evan rueda los ojos y se mueve hacia su closet para buscar ropa—. El punto es que nunca te había pasado esto, que debió haberte pasado a los quince, pero bueno, no tuviste esa etapa, ahora... debes quemarla.

—¿Cómo la quemo?

—Estrellándote con ella —se encoge de hombros—. A los quince años uno no mide consecuencias, lo llevarás lo más lejos que puedas porque no está pensando con la cabeza, te dejas llevar por impulsos.

—No tengo quince años.

—Lo sé, por eso te detienes a medir las consecuencias, eso está bien.

—Entonces ¿Tu punto es?

—Mi punto es que te tienes que dejar llevar hasta donde sea prudente —él empieza a vestirse—. Y no me malinterpretes, me parece bien que salgas con este chico, te ayudará a ver que Jerome no es el único, sin embargo, no trates de ocultar lo que sientes por Jerome, sé claro, sé directo, sé firme al respecto... mientras más pruebes y hagas lo que realmente quieres hacer, mejor, pero sin dejar de pensar en las consecuencias.

—De acuerdo...

—Jerome cree que esto es un juego, pero él es un jugador nato, confía en su instinto y es rápido y acertado.

—Bien.

—Tú eres lento, pero calculador, te tomas tú tiempo y tienes tus métodos, lento pero seguro, lo más importante es que te dejes a ti mismo caer, pero porque quieres, no porque no puedes evitarlo —él se voltea para mirarme—. Es la ventaja que ser el mayor aquí te da.

Yo me quedo pensando por un momento en que todo lo que dice es verdad, y de repente todo está muy claro en mi cabeza. No debería sentirme mal por ver a otra persona aparte de Jerome, porque no le debo nada, aparte de que él solo me utiliza para su diversión. Sin embargo, no voy a negar el hecho de que me sigue gustando, para bien o para mal, y que me siento tentado por él, al punto de que quiero hacer locuras solo para pasar unos minutos con él. No voy a negarlo, ni voy a huir de ese hecho, pero tampoco voy a quedarme ahí mientras él se ríe de mi.

Besar a un ángel en la oscuridad |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora