Si yo fuera un e-mail, tú serías mi contraseña.
EVA
El patriarca emergía del estudio acompañado por siete hombres que, a simple vista, parecían ser la réplica exacta de mi esposo, Stefan. La confusión y el desconcierto se apoderaron de mí al verlos.
—¿¡No crees que es hora de mostrar tu cara!? —grité secamente, mi voz resonando en la sala.
Al vernos, quedaron boquiabiertos. El patriarca nos indicó que nos dirigiéramos al estudio, y poco después, mis padres hicieron su entrada. La tensión en el aire era palpable, como una tormenta eléctrica a punto de desatar su furia.
Me vi compelida a observarlos desde mi rincón, abrumada por una mezcla de sufrimiento y traición. Mis pensamientos se arremolinaban, tratando de encontrar sentido a lo que estaba ocurriendo.
Miré directamente al patriarca y pregunté: —¿Cuál de ellos es mi verdadero esposo?
—Los siete son legalmente Stefan Sued, mi único hijo —declaró el patriarca, dirigiéndose hacia mí con una expresión solemne—. Desde antes de nacer, el oráculo nos advirtió que debíamos preservar su nacimiento como un secreto, ya que sería la mayor debilidad del clan —bajó su rostro, mostrando una mezcla de culpa y tristeza—. Siento habértelo ocultado, hija. Cada uno de ellos mantiene el balance del poder de los siete planetas, por eso cualquiera de ellos podría ser el próximo patriarca.
La revelación me dejó atónita. Sentía que el suelo se desmoronaba bajo mis pies. —Lo único —sonreí tristemente—, el que lo será es el que me deje embarazada.
El patriarca asintió, su mirada llena de comprensión. —Es una tradición antigua y complicada, pero necesaria para mantener el equilibrio.
Narrador Omnisciente
Eva sintió cómo el calor le subía a las mejillas, cómo un nudo insoportable se formaba en su pecho.
De repente, el mundo parecía girar a su alrededor. Sus piernas se volvieron débiles, su visión se tornó borrosa. Un mareo la envolvió, una sensación de desconexión la arrastró hacia un abismo oscuro. Antes de que pudiera reaccionar, sus rodillas cedieron y se desplomó en el suelo.
Nana Cruz
Una tarde, pasé junto a mi esposo cerca del riachuelo. Mientras caminábamos por la orilla, noté una cesta flotando en la superficie y le pedí que la recuperara. Al destaparla, descubrí a una bebé con cabello tan rubio que parecía hecho de oro, lo que hacía que sus ojos verdes resultaran encantadoramente cómicos. La pequeña lloraba, despertando en mí una profunda compasión por Alba, así que decidí acogerla como propia.
Sin embargo, jamás imaginé el terrible destino que aguardaba tanto a ella como a sus descendientes.
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Eva y sus 7 maridos (Completa [+18])
RomanceEva era la del medio entre sus dos hermanas, ni la más odiada ni la más amada, pero todo cambió cuando siete hombres llegaron a su vida, cambiando su destinó.😯 ¿En esta historia que podrá más; el primer amor o el deber?💍 -Si le doy un hijo a su f...