9.

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Dax

¿Cuántas malditas posibilidades habían de que me encontrara con ella?. No lo sé, pero estoy seguro de que menos de un dos por cierto. Incluso era más probable de que me encontrara con Henry Cavill que con la chica que casi me revienta dos dedos del pie.

El día no se podía poner peor. Con Carmen presionándonos por gusto para que ensayáramos todos los días siendo que la gira prácticamente terminó. Estaba agotado, solo faltaba un concierto que era aquí en Londres y era privado, lo cuál no era demasiado importante.

Respiré profundo como por décima vez. La chica estaba a unos pasos, mirándome con molestia después de que le acusara de acecharme.

—¿Disculpa? ¿Por qué mierda te seguiría, idiota?—exclamó con desagrado—. ¿Te falla el cerebro acaso?

Ella no esperó mi respuesta, pasó por mi lado ignorándome y siguió su camino. Vi como caminaba a paso lento mirando cada una de las puertas, buscando supongo el número.

¿Qué carajos estaría haciendo aquí?. Era raro ver que después del encuentro en su pueblucho estuviera justo aquí en donde yo vivo. Quizás era un poco egocéntrico de mi parte, pero digamos que no me fiaría mucho de una persona que tiene una navaja en su bolsillo. Vale, reconozco que fui imprudente al entrar en su propiedad, pero ni siquiera parecía una.

Ignoré mis pensamientos y decidí avanzar, quizás era una simple coincidencia, ella ni siquiera sabía quién cuando nos vimos esa noche. Caminé por el pasillo un poco acelerado, Lia me regañaría si no aparecía dentro de cinco minutos. Aún estaba intranquilo por la chica del pueblucho, pero no podía hacer nada.

Paré en seco.

Mierda.

—Joder, esto debe ser una puta broma.

La chica me miró extraño mientras estaba parada delante de la puerta de mi departamento y estoy seguro de que estaba apunto de tocarla.

No podía ser en serio.

El día definitivamente podía ponerse peor.

Cuando entramos al departamento Lia y Cameron estaban en la cocina. Inmediatamente sonrieron y se acercaron a saludar.

—Veo que ya conociste a Dax—habló Lia dirigiéndose a la chica antes de darle un beso en la mejilla.

Ella no respondió nada, yo tampoco, solo una mueca.

Lia se dió cuenta de lo que pasaba, entonces frunció el ceño y me miró fijamente con una cara de ¿Qué hiciste ahora?

—Espero que Dax no te haya molestado, suele ser un poco amargado— esta vez miró a la chica.

Murmuró algo que ni siquiera yo le pude entender estando a su lado.

—Dax ella es Olivia, mi vecina de la que te hablé.— me presentó Lia, la miré de reojo y ella ni me miró, lo que hizo quedar más extrañada a Lia. 

No dijo nada al respecto y tomó a la chica de la mano y la llevó con Cameron a la cocina, yo las seguí detrás tirando las llaves al mueble de la entrada.

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⏰ Última actualización: Jan 22 ⏰

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