Power (Pausada)

Capítulo 5

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"Primer Encuentro"

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Ya era de noche y para suerte de los héroes, Tom no se había transformado aunque no estaban seguros de si eso era bueno o malo pero de momento no se quejaban, al menos tenían más tiempo para pensar qué hacer para detener esas transformaciones. Aunque realmente no se podía decir que se transformara, era como un intento de transformarse una y otra vez pero nunca lo conseguía ya que, como Matt dedujo tras verle después de limpiar, se había tragado esa pequeña piedra que le producía una especie de retroceso al Aeterna Monstrum; era sorprendente que una cosa tan pequeña podía llegar a detener a algo tan grande pero también daba cierta pena porque Tom se veía en un sufrimiento constante.

Se retorcía en la cama mientras sus manos, que se volvían en garras para luego regresar a la normalidad, se agarraban de las sábanas para intentar deshacerse de ese sentimiento que no era para nada agradable. Todo esto a ojos del narcisista que no sabía qué hacer para ayudarlo, Edd se encontraba en el jardín con El Maestro haciendo algo que no tenía claro por lo que le tocaba a él intentar calmarlo de alguna manera.

Dio un leve suspiro antes de entrar nuevamente en su cuarto para primero quitar al pequeño oso de felpa de las garras de Tom, sabía lo mal que le sentaría si llegaba a destruir lo que más amaba así que era mejor prevenir. Luego se dedicó a intentar calmarlo con acaricias en el cabello y aunque parecía funcionar un poco en el acto, no podía quedarse durante toda la noche despierto repitiendo la acción, además, ahora el de cuencas sabía de su presencia y a veces le dedicaba pequeñas miradas de súplica. Meditó durante unos segundos antes de cargarlo entre sus brazos mientras también llevaba en una mano el peluche, era sorprendente lo ligero que era Tom pero ahora debía concentrarse en su problema. Lo llevó al cuarto que ahora le pertenecía donde lo acomodó y dejó a Tomee Bear en la mesilla de noche. Le dio otra acaricia en el cabello para luego avisarlo.

-Buscaré si hay algo en la biblioteca. -Y se fue de allí dejando la puerta abierta.

Tom seguía retorciéndose en aquel cuarto ahora cerrado donde la poca luz se filtraba entre las cortinas que se cerraban con timidez.

Entre toda esa agonía hubo un extraño cambio, el dolor que le consumía por dentro como un ardor se había calmado, ahora era una leve vela vibrante en su pecho; a su vez, las transformaciones pararon dejándolo finalmente en su forma humana y en un descanso milagroso. Jadeó aliviado pero también confundido, lo único que podía ver en ese cuarto ahora era oscuridad y aunque se encontraba solo, podía jurar que alguien estaba a su lado, abrazándolo. No importaba las veces que se diera la vuelta, no encontraba a nadie en la cama o en la habitación en general. Eso era lo que más le aturdía mas no se quejaría, se acomodó en la cama preguntándose qué había hecho Matt para calmarlo.

El narcisista dejó caer al suelo el libro que sostenía a la vez que echaba a correr de vuelta al cuarto, abrió la puerta lo más rápido que podía pero evitando hacer ruido que llegara a alertarlo. Sin embargo, no había nadie allí, solo un chaval profundamente dormido que se abrazaba a su objeto más preciado como si no hubiera pasado nada. Matt no lograba entender qué había pasado en su ausencia pero se aliviaba de que ahora estaba mejor, sonrió aliviado antes de retirarse del cuarto. Su presentimiento acabó por ser erróneo... o al menos eso pensaba.

Y aunque se había aliviado el dolor, eso debía ser una oportunidad de encontrar una manera de calmar su dolor para siempre además de encontrar algo que detuviera las transformaciones. Regresó a la biblioteca recogiendo el libro que había dejado caer al suelo, se sentó ahora en uno de los cojines que rodeaban la pequeña mesa que antes de tener una vela en medio tenía una P. L. P., siempre recordaba como le encantaban colocarse a su alrededor cuando eran niños y escuchaban a El Maestro su explicación de la historia de la magia. Volvió su vista al libro que tenía en manos, se trataba de una recolección de cómo tratar heridas que podían darse de los elementales además de algunas plantas extrañas que no se curaban si no con magia. Repasó las páginas viendo los dibujos que habían hecho para aclarar cómo se hacían los pasos y no hubiera un error pero no encontraba mucho, no podía encontrar algún tipo de caso en el que alguien de la oscuridad se haya tragado un trozo de P. L. P. y tal vez porque sonaba muy absurdo. En cambio, había uno que se trataba del consumo de una planta conocida como Hydranglux y sus síntomas eran muy semejantes a la que tenía Tom así que supuso que podría servir. Recogió lo necesario para realizar el antídoto que se basaba en tiosulfato de sodio mezclados con trozos de P. L. P. mezclados en agua natural. Podría sonar mala idea meterle más P. L. P. al de cuencas pero en esas páginas no había caso para curar a la oscuridad porque mayormente era la oscuridad la que provocaba enfermedades.