Capítulo 10

41 4 24
                                    

───※ ·❆· ※───

"Paseo"

───※ ·❆· ※───

La tensión era palpable en aquella casa de las afueras, desde hacía un par de días se había vuelto más silenciosa de lo normal debido a que la única persona que traía esperanza estaba triste y los otros dos lo sabían. Matt se encerraba en su cuarto para procesar esa información de lo que había pasado, al principio se negaba a creer que fuera ella quien estaba en ese árbol pero ya sabía la respuesta, ya no podrían ponerse al día como le hubiera gustado hacer. Su mente le hacía recordar los sucesos de esa noche aunque habían sido escasos momentos en las que él hizo interacción en la pelea, todas terminaban con el rayo impactando sobre su amiga. La única cosa que había quedado de ella eran esos artefactos mágicos, cuya ubicación ahora era su desván, y algo de ceniza pero un cuerpo no podía ser pulverizado tan rápido, debería haber salido primero su cuerpo y después morir. Aunque intentara encontrarle una solución lógica a aquello, simplemente no era capaz de hacerlo porque Samantha nunca había mostrado señas de saber magia ni mostró un aura cuando estaba con ella. Estaba tan ocupado mentalmente que no escuchó como la puerta se abría y lo llamaba, tuvieron que sacudir su hombro para reaccionar, se dio la vuelta sobresaltado dándose cuenta de que se trataba del cuencas, este abrazaba a su oso de felpa entre sus brazos sin dejar de mirarlo.

-¡Tim! -Lo había asustado y las cuencas oscuras no ayudaban mucho la verdad.

El nombrado se le quedó mirando largo rato logrando llegar a incomodar un poco la situación aunque el menor estaba buscando las palabras adecuadas para hablar, le dio la oportunidad para que Matt se sentara en su cama sin dejar de observar a Tom, era consciente del por qué estaba ahí y no sabía si decirle la verdad o acabar soltando más mentiras.

-¿Por qué no sonríes? -Finalmente Tom se colocó al frente suyo para poder tomarle de las mejillas dejando el peluche en su regazo- ¿Te duele algo?

-Podría decirse. -Encogió sus hombros sin querer explicar demasiado, tomó sus manos con cuidado.

-¿Quieres decirlo?

Volvió a encogerse hombros, no quería mentirle más a nadie y que al final lo descubra por otro medio pero la idea de decir lo que había pasado le sacaba escalofríos, pensarlo era una cosa, sin embargo, decirlo era peor, suponía admitirlo y no quería eso. El de azul se deshizo de su agarre para luego abrazarlo por sus hombros, su forma de actuar le recordaba que no era más que un niño, si se lo explicara probablemente no lo entendería. Cerró sus ojos con fuerza dejándose apoyar en el cuerpo contrario correspondiendo al abrazo.

Se mecían en el sitio en un amargo silencio en el que ninguno lograba saber cómo aliviar la situación, Tom no sabía cómo reconfortarlo al no saber la razón de su dolor porque nunca había estado así con alguien. Por eso mismo se dejaba mecer por el otro teniendo a su peluche entre ellos dos, clavándose entre ellos mas ninguno se molestaba a sacarlo. Estuvieron un largo rato en esa postura hasta que Matt se separó, la compañía del otro lo ayudó a calmar el dolor.

-Si no quieres sonreír, no lo hagas -habló con delicadeza Tom, como si pensara dos veces cada palabra antes de decirla.- y si tampoco quieres hablar, no lo hagas.

Eran sencillas palabras que sorprendentemente hicieron son en su mente, como si el otro hubiera dicho algo que nunca hubiera pensado, era cierto que había pasado la mayor parte de su vida sonriendo para no preocupar al resto de personas pero nunca se había cuestionado si hacer sonreír evitaba preocuparse por sí mismo, un tema el cual tendría que pensar detenidamente más tarde. Las palmadas en su cabeza lo devolvió a la realidad donde Tom lo miraba con preocupación dibujando una mueca.

Power (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora