thirteen

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Esa tarde, Becca se desahogó con su compañera y a la chica le pareció sumamente importante resolver ese inconveniente que estaba teniendo con respecto a Adrien. Berenice siendo mayor que ella, pensó ser la indicada para aconsejarle a Becca lo que debía hacer al respecto, y desde que llegó a casa, no había dejado de darle vueltas al asunto.

Ambas chicas siguieron hablando por mensaje de texto después del ensayo y Becca no dejaba de darle vueltas a la conversación que había tenido con Berenice. Ella literalmente le había aconsejado darle un tipo de "escarmiento" a Adrien por su comportamiento, el cual no era precisamente malo pero sí lo suficiente para que él aprendiera una lección.

Berenice
Deberías devolvérselo, pórtate
como él lo hizo contigo.
....
O peor ;)

La castaña veía la pantalla de su celular muy dudosa y seria. No sabía si darle tanta importancia al rubio como para planear un tipo de "venganza". Ella no era alguien rencorosa ni mucho vemos vengativa, pero la verdad es que tampoco le molestaba la idea de que él supiera como se sentía que te trataran así.

En medio de un montón de pensamientos, un golpecito proveniente de su ventanal llamó su atención. Las cortinas de este no dejaban ver que o quién era, por lo que Becca dejó su teléfono en la cama y se levantó para averiguarlo.

Al mover a un lado la tela blanca vio al otro lado del vidrio a Chat Noir. Sonrió un poco confundida y asombrada y el al notar que ella estaba la saludó con ademán y una leve sonrisa.

La castaña abrió la puerta y salió al balcón junto a él. —Hola... vaya, perdón pero no te esperaba. —dijo al estar frente a él, abrazando su cuerpo con sus brazos y dándose calor con el abrigo que traía.

—Lo sé, lamento venir así—rió entre dientes.— es que... estaba pasando por aquí y quise saber cómo estabas.

Becca se quedó sin palabras y extrañamente eso la puso aún más nerviosa. —Oh... estoy bien, creo. Tuve un día cansado.

—Ser bailarina debe ser agotador, ¿verdad? —preguntó un poco más calmado, intentando soltarse para que el momento no fuera incómodo.

Becca sonrió cuando lo vio sentarse encima de la barra del balcón como la anterior noche y supuso que se quedaría un rato para conversar.

—No tanto como ser superhéroe.

Chat rió y negó con su cabeza. —Más que agotador, es algo que me hace sentir libre ¿sabes? —una sonrisa se pasmó en su rostro y sus ojos se iluminaron.— Puedo hacer lo que quiera.

Becca sintió curiosidad y se acercó a él para estar a su lado. —¿Como qué?

El la volteó a ver unos segundos y entrecerró los ojos pensando en las muchas cosas que podía hacer siendo Chat Noir. —Pues... cosas que siendo mi yo real no pudiera —se bajó del barandal en un salto y empezó a caminar con lentitud dando vueltas por el espacio del balcón.— Saltar súper alto, trasladarme rápido a cualquier lugar con mi bastón, decir lo que pienso... —en esos pocos segundos, el rubio recordó lo reprimido que se sentía cuando era Adrien y eso lo hizo sentir un poco triste. Su sonrisa se esfumó de un momento a otro y dejó de caminar en círculos.— ser un poco inmaduro...

Becca lo observó un poco preocupada al notar que su emoción desapareció de pronto, se acercó y puso su mano en su hombro pero en cuanto escuchó el susurro del chico se quedó seca.

—Hablarte...

Frunció el celó confundida, ¿había escuchado mal o...?

—E-espera —habló nerviosa y lo miró directamente a los ojos.— ¿Hablarme?

Chat se dio cuenta de que la había cagado y los nervios se apoderaron de él.

—¿Me conoces en tu vida normal? —cuestionó con miedo a la respuesta, pero claramente, no habría una.

El ojiverde se apresuró y extendió su bastón. —No, olvídalo... y-yo no se lo que dije.

Y en un segundo, se marchó, dejando a Becca sin palabras y sumamente confundida.

(...)

La castaña miraba el gran edificio de su escuela. Tenía nervios y miedo por lo que iría a pasar ese día, pero ya no había vuelta atrás, se había decidido.

Las palabras de Berenice lograron convencerla de que así podría enseñarle a Adrien que se sentía ser "rechazada".

Berenice
No tienes que ser mala ni grosera, los pequeños detalles harán todo el trabajo.

El plan consistía en que Becca "aceptaría" las disculpas de Adrien, finalmente intentarían ser amigos y llevarse bien pero esta se portaría de cierta forma específica con él solo para alterar su paciencia y confundirlo —tal y como hizo con ella— , la castaña se divertiría actuando como niña tonta haciendo todas las cosas que le desagradaban al chico con tal de hacerlo molestar y él no tendría la libertad de decirle nada ya que se sentiría culpable por lastimar nuevamente sus sentimientos.

Literalmente el plan era perfecto, no sería tan difícil ni tan cruel. Solo una pequeña cucharadita de su propio jarabe.

Finalmente, empezó a subir las gradas para así irse a su primera clase.

En cuanto entro al salón, vio a sus compañeros conversar entre todos. Busco con su mirada al rubio y al encontrarlo notó que se veía algo triste.

Sonrió y se acercó hasta su puesto, podando sus manos encima de la mesa y haciendo que él la viera. Sus ojos se abrieron como platos e inmediatamente se levantó de la silla.

—Becca... -

—¿Podemos hablar? —preguntó un poco calmada y sonriendo.

El asintió varias veces y juntos salieron del salón.

Al estar afuera, ambos quedaron frente a frente, Adrien se veía inquieto por lo que la chica estaba por decirle. ¿Acaso lo mandaría a comer tierra definitivamente? o aún peor, ¿ya sabía que él era Chat Noir?

Su corazón no dejaba de latir con rapidez y rogaba al cielo que la castaña por fin hablara.

—Estuve pensando ayer y... no debí portarme así. Fuiste un idiota conmigo pero... no significa que yo también tenga el derecho de serlo. —habló finalmente, el ojiverde paró en seco y sintió como su pecho se llenaba de alivio.— Está bien si quieres ser amigo, la verdad es lo que he querido todo este tiempo.

Una sonrisa se formó en el rostro del muchacho. —Becca en serio no sabes cuanto lamento haber sido así, y-yo —empezó a hablar con rapidez pero fue interrumpido nuevamente por la castaña.

—Solo olvidémoslo, ¿okay?

La miró por unos segundos y parecía ser sincera. Sonrió con amplitud y asintió varias veces, extendiéndole su mano a la chica.

Ella lo miró y rió, para aceptar y darse un fuerte apretón.

—Vamos a clases. —dijo el rubio, para así regresar junto a su nueva amiga al salón.

a different sparkle ━━ adrien agreste/chatnoir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora