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Notas de autor: 

¡Hola a todxs! Espero que estén bien y disfruten del capitulo. En este no sale Douma, pero en el siguiente lo hará. He decirles que no esperen actualizaciones seguidas, debido a que ando muy complicade con mis estudios. 








La luz de la vela se movía con lentitud de lado a lado, encuadraba perfectamente mi rostro entre matices naranjas y rojas, llevando la oscuridad hacia atrás, dejando iluminar mis rasgos delanteros de una claridad suave. Me recordaba a los días de calmos atardeceres que suceden en las tardes de verano... mismas de aquel suceso. El color naranja no era el mismo para mí al igual que el azul. La mano pareciera captar mi melancolía temblaba evidenciando mi ira constante, debía calmarme al trazar. Deslicé la pluma paulatinamente en la hoja, mientras el trazo de mis palabras mencionaban mi sentimiento tajante ante mi situación predispuesta con antelación hace tan solo dos semanas atrás.

Le diría a Ubuyashiki-sama sobre una misión secreta, pero no sería totalmente la verdad. Yo sabía que de decirle honestamente la realidad, él mismo vendría a convencerme de lo contrario. Una persona tan amable y pura de corazón como él, no aceptaría algo tan suicida como lo que yo haría, después de todo somos como sus hijos, el futuro de lo que cree que justo y necesario. Si bien somos cazadores arriesgando nuestras vidas, tenemos a alguien que vela por nosotros... Así que, Ubuyashiki-sama lamento lo que mis palabras osen decirte para generar ese dolor en tu corazón. Nunca fue mi verdadera intención llegar a ser mitómana, ni hacer uso de los engaños. Pero la venganza carcome los pensamientos de los inocentes cuyas almas corrompen los pecados de la vida.

Carta de Shinobu a Ubuyashiki Kagaya:

Querido Ubuyashiki-sama, le escribo atentamente esta carta para informarle, que he tomado una decisión personal sobre abordar una misión, de la cual no puedo dar demasiados detalles. Quédese tranquilo que seré cuidadosa con cada uno de mis actos, y de paso le enviare mis reportes correspondientes sobre avances. No le puedo decir que es, puesto a que no deseo acrecentar su malestar físico y mental con situaciones estresantes. Prefiero, de gran manera que todo quede en la ignorancia y el olvido de forma pasajera.
Si en algún momento me encuentro en problemas, me encantaría que supiese que la palabra clave es araña. Si no estoy en problemas y por azares del destino logro concretar mi plan, que sepa que mis palabras encriptadas serán consecuentes a la palabra clave. Dejo en usted el poder de comprender y desencriptar el futuro.
No se preocupe por mí, voy a estar bien.

Atentamente Kocho Shinobu, pilar del insecto.

Cerré la carta cuando acabé de escribir la última línea. Fijé por unos segundos la mirada al espejo más cercano, sin señales de lágrimas, ni tristeza, ni enojo, ni otro sentimiento. Era el rostro de alguien predispuesto a sus planes. La cara del jugador de póker más habilidoso, y la que casualmente me llevaría ganar si juego bien los roles y papeles. El teatro actualmente es mi vida y como actriz, he estudiado bastante bien por ser la protagonista más habilidosa y convincente. Ignorar los sentimientos internos fue pan comido, cuando me di cuenta de la realidad de la vida y de los demonios. Vivir de forma cien por ciento humana no era algo a lo cual acceder. Yo, Shinobu Kocho, entiendo que mi humanidad se está viendo violentada por un demonio inexistente. Uno que sería imposible matar si no lo llego a hacer yo misma. Pero para eso están las planificaciones, para eso fueron las glicinas, para eso es mi vida y para lo que valgo.

― Morir a cambio de arrebatar la vida de un maldito asesino ― Suspiré leve estirando mi espalda ― No es un mal plan, no lo será al menos...

Dudaba, porque casualmente no me encuentro siendo todavía ese demonio que tanto va comiendo mi interior. Siento la necesidad de pensar en los demás que dejare atrás si esto prosigue. Soy egoísta si pienso en Kanao, las niñas... Ubuyashiki. Pero, ¿Acaso hay otra opción? Las posibilidades de encontrar una respuesta con respecto a la vida balanceada entre la vida y la muerte eran casi nulas, porque algo debía de intercambiar. Con mi poca habilidad física jamás lograría matarlo. No soy como los demás cazadores, debo jugármela para ganar, pero no quita el hecho, que el sentimentalismo por otros seres vivos me tome de rehén, cuestionando constantemente mis decisiones, haciéndome presa de la incertidumbre. ¿Hago o no lo pensado? ¿Soy o no la tirana egoísta que pienso?. No hay respuestas. No hay nada escrito sino más bien planes que de cumplirse resolverán el problema de la balanza, ocasionando un desequilibrio transcendente en mi vida.

Tela de arañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora