𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐩𝐭 3 🂵

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Flash de cámaras estaban dejando medio ciego a Jungkook el cual huía de la iglesia, todos esperaban a los novios pero estos no salían.

Los padres de Taehyung también se habían marchado, tenían la ligera esperanza de que su hijo hiciera lo correcto.

Mientras Jungkook entraba a su auto varias llamadas entraban a su teléfono, decidió apagarlo y seguir con su camino. Llegó a una tienda de autoservicio, tomo alcohol de todo tipo, pagó todo lo que era necesario y salió de ahí. El auto iba a una alta velocidad, llegó y estacionó fuera del área habitacional para entrar de regreso al departamento. Sus ojos ya desbordaban en lágrimas que no tardaron en dejarse caer, Jungkook estaba harto, harto de ser un juego para Taehyung, de que no tuviera respeto hacia él.

Busco entre las cosas de Yoongi la llave de la puerta para el cuarto de Taehyung. Cuando por fin la encontró entró pudo entrar a la habitación, el lugar estaba tranquilo, el olor del ex dueño de la habitación se encontraba aún ahí intacto, los sollozos de Jungkook se escuchaban por todo el lugar.

Pronto tomó asiento sobre la cama y se acostó, la primera botella de la noche fue abierta y empinada a la boca del mencionado. El llanto seguía saliendo de sus ojos, no pensaba realmente en mucho, solo disfrutaba del ardor que proporcionaba el alcohol entrando en su sistema. El primer mareo se hizo presente, Jungkook estaba tan destruido lloraba incontrolablemente. La segunda botella hizo que Jungkook comenzará a reír de su propio sufrimiento, llamándose inservible ante la vida de Taehyung, después de todo el era un hombre, uno que nunca le podría dar una familia a Taehyung, sabía cuánto amaba a los niños, cuanto anhelaba una familia pero jamás se puso a pensar que él algún día lo cambiaría tan abruptamente por cumplir su capricho. La tercera botella y Jungkook comenzó a llorar de nuevo el dolor de sus heridas horas antes hechas se estaba intensificando, las más antiguas provocando una ligera irritación que comenzó a rascar, sangre se pegaba a sus dedos mientras rascaba y rascaba más fuerte sobre sus brazos. La cuarta botella y Jungkook tenía hambre, decidió pararse para ir por comida. Llevaba consigo aun dos botellas más.

Tomó su auto y prendió su teléfono, inmediatamente miles de notificaciones brincaron a su rostro mientras que los mensajes de Jin llegaban.

" Koo, ¿Dónde estas?"

"Jungkook, ¿estas bien?"

"Llevo cuarenta minutos buscándote en la iglesia"

"Jungkook, responde mis llamadas, por favor"

"Taehyung esta preocupado por ti, por favor"

Taehyung preocupado por él, comenzó a reír amargamente mientras abría una botella más.

Eran cerca de las 20:49 horas y todos los miembros dentro de ese salón de fiestas estaban cansados, la fiesta estaba siendo un asco, todo estaba horrible, Taehyung se veía cansado y Melody harta de todo.

Los chicos miraban de vez en cuando a las cámaras para evitar siendo fotografiados en situaciones poco favorecedoras con sus parejas.

De pronto la llegada de un mensaje al teléfono de Jin lo dejó más tranquilo "Estoy bien, viene a comer algo" Durante toda esa noche pudieron respirar tranquilos.

Jungkook apenas y podía escribir en su teléfono, pidió a un desconocido que texteara ese mensaje pues este apenas y podía mantenerse de pie.

Estaba por regresar a su departamento y dormir sobre la cama de Taehyung hasta el día siguiente en donde caería en la realidad y tendría que afrontarla.

La última botella de la noche fue abierta mientras lloraba por su único amor perdido. La velocidad del auto era mayor a la permitida, los recuerdos atormentando su mente cada vez que pisaba el acelerador.

𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐥𝐮𝐜𝐞𝐬 𝐬𝐞 𝐚𝐩𝐚𝐠𝐚𝐧 | 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤 | Editado Where stories live. Discover now