Secretos en el Pueblo // »Bughead«

» Capítulo 23 «

[Para una mejor sensación, reproduzca multimedia; gracias.]

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Al salir de la ducha, la rubia escuchó un ruido en su habitación.

Salió del baño envuelta en una toalla, y se acercó para cerrar la ventana. De pronto, sintió que alguien la abrazaba por la espalda, se sobresaltó.

—¡Boo!—el pelinegro rodeó a la chica por la cintura.

—¡Jughead! Dios me asusté...¿Qué haces aquí?

—Vine a pasar la noche contigo, antes de ir a las cabañas.—acarició suavemente la cintura de Betty.

—¿Quieres dormir conmigo?—la rubia se giró con una sonrisa hacia Jughead.—Espera, ¿Cómo esperas dormir con esa incómoda ropa?

Este se mordió el labio al ver el cuerpo de la rubia cubierto solo por la toalla.

—Quizás puedo pedirle algo de ropa a Charles para que puedas dormir cómodo.

Este negó con una risa.—No vengo a dormir.—besó los labios de la rubia con lujuria. 

Esta entendió a lo que se refería el pelinegro. Mientras se intensificaba el beso, se sujetaba la toalla.

Jughead caminó de espaldas hacia la cama, aún besando a la rubia. Se sentó al borde de la cama y Betty sobre su regazo. Ella interrumpió el beso.

Levantó la camiseta del pelinegro y la arrojó por la habitación. Acarició el abdomen de este, y bajó lentamente sus manos hacia su pantalón.

Lo desabrochó y acarició su bulto. Se mordió el labio. Arrojó la toalla que cubría su cuerpo, provocando que la erección de Jughead creciera más.

Comenzó a mover sus caderas aún en el regazo de este, haciendo fricción.

El pelinegro la alzó. La recostó en la cama, y se quitó por completo los pantalones. En un momento estaba sobre ella, sin dejar caer su peso. Con sus brazos apoyados a los costados de la rubia. Se acercó para besarla de nuevo.

Una de sus manos fue recorriendo todo el cuerpo de la rubia, hasta que llegó a su feminidad. Lentamente introdujo dos de sus dedos, haciendo que esta soltara un gemido de placer.

Esta se había corrido, había tenido su primer orgasmo. Jughead sacó los dedos y los relamió.

Se quitó los bóxers por completo. La rubia sintió la erección de este rozar su feminidad. Cerró los ojos, estaba lista para sentirlo. De pronto, el pelinegro habló.

—Betts no te quiero presionar, si no te sientes bien solo...

—Confío en ti.—soltó un jadeo.

Jughead asintió con una sonrisa.—Bien, pero si quieres que me detenga solo dime...

[...]

Los rayos del sol entraban por la ventana. El pelinegro acariciaba las caderas de la rubia bajo las sábanas. Esta se apegaba más a él, dándole la espalda.

—Lo de anoche fue increíble. Aunque quizás a ti no te gustó. Soy nueva en esto.—se encogió de hombros.

—Dios, Betts. Esto no se compara con nada. Estuviste increíble. Además, también fue mi primera vez.—confesó.

—¿En serio?—el pelinegro asintió con una sonrisa.—¿No es extraño?

—¿Qué ambos perdiéramos nuestra virginidad ayer?—preguntó sarcástico.

—No habló de eso.—negó con una risa.—Hace unos meses tú y yo siquiera nos conocíamos, después nos hicimos amigos, y ahora...estamos aquí.

—Tú sigues siendo mi mejor amiga.—comenzó a dar pequeños besos en el cuello de esta.

De un momento a otro, el pelinegro estaba sobre Betty, sin dejar caer su peso. Este poco a poco bajaba sus besos hacia la clavícula de la rubia.

—Jughead...tenemos que salir con los chicos.—cerró los ojos. Sintiendo los besos del pelinegro.

—Seré rápido, no te preocupes.—guiñó un ojo para seguir besándola. Esta no se contuvo más y soltó un gemido, hizo que Jughead se excitara. 

[...]

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22/05/21 // 28/05/21.

...Alguien se puso muy horny, ¿Verdad, Jughead?