Secretos en el Pueblo // »Bughead«

» Capítulo 42 «

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Una semana transcurrió desde aquel día. La rubia y el pelinegro comenzaban a verse a diario en el apartamento de esta. Jughead llevaba postres o antojos para Betty, y pasaban un rato como los amigos que fueron antes de estar juntos. 

—Adiós, Jug. Gracias por venir.—se separaron del abrazo.

—Probablemente mañana no vendré a verte.—hizo una mueca.

—¿Está todo bien?—frunció el ceño.

—Sí, es solo que me quedaré más tiempo en el trabajo. 

—Oh...—asintió.—¿Y si voy contigo?

—¿Quieres venir conmigo?—alzó una ceja.

—Bueno...solo si tu me quieres llevar...—se mordió el labio con una sonrisa.

—Claro que si.—sonrió.—Entonces mañana vendré por ti.—besó su mejilla y se alejó hacia los ascensores.

Betty cerró la puerta con una sonrisa, y Sweet Pea se acercó a ella.—¿Está todo bien, linda?

—Sí, todo bien, Sweet.

—Me alegro.—sonrió acariciando las caderas de Betty, lentamente bajó sus manos hacia el trasero de esta.

La rubia se estremeció.—Voy a darme una ducha.—delicadamente quitó las manos del pelinegro y se acercó a sus labios. Dejó un corto beso y se alejó.

—Bien, ¿Quieres que compre algo de cenar?

—¡No tengo hambre, gracias!—gritó desde el baño y abrió el agua.

[...]

Al día siguiente, la rubia esperaba al pelinegro afuera del edificio.

Jughead se acercó apresurado.—Betty, yo...perdóname por llegar tarde.—tenia la respiración agitada.

—Jug, ¿Está todo bien?—frunció el ceño.

—Sí, en las duchas del hostal unos tipos se pelearon y tardé más de lo esperado. 

—¿Hostal?—alzó las cejas.

—Oh, nada. Olvídalo...¿Nos vamos?

Betty asintió, y un rato después, ambos llegaron a la cafetería.

—¿Vas a pedir lo mismo de siempre?—preguntó Jughead abriendo la puerta, dejando pasar a la rubia. 

—Ya me conoces, probablemente sí.—sonrió.

—Tarde, Jones.—se acercó un hombre mayor.

—Lo sé, Señor Poutine. Le pido una disculpa, pero una amiga quería venir, y...

Este lo interrumpió.—No me importan tus excusas. De hecho, quería hablar contigo. 

Jughead asintió.—Espérame aquí, Betts.—murmuró en su oído. 

—¡Oh, no es necesario! Prefiero que todas las personas aquí presentes se den cuenta la clase de empleado que eres. 

—¿Disculpe?—tragó saliva. 

—¿Creíste que no me daría cuenta?—bufó.—Tus compañeros y yo notamos que robaste algunos postres desde que trabajas aquí. 

—Creí que por ser empleado podría hacerlo.—murmuró cabizbajo. 

—No te preocupes, Forsythe. Puedes llevarte todos los que quieras, igual estás despedido. 

El pelinegro levantó su mirada.—Señor, por favor, le juro que no volveré a hacerlo. Pero necesito mucho este empleo. Siquiera soy de esta ciudad, y apenas me puedo mantener a mí mismo.—se le formó un nudo en la garganta.—Tendré un hijo en unos meses y necesito el dinero. 

—¿Un hijo?—abrió los ojos.—¡Por Dios, tienes menos de dieciocho años! Eso lo hubieras pensado antes de llevarte nuestra mercancía. Ahora, ve a mi oficina por tu liquidación, y lárgate de aquí.

Jughead asintió con los ojos ligeramente cristalizados. 

Unos minutos después, Betty estaba fuera del lugar con sus manos entrelazadas.

El pelinegro salió con sus cosas, sin dirigirle la mirada a esta.

—Jug...—lo tomó de las mejillas.—Perdóname, fue por mi culpa. No pensé que robabas por mí.—alzó una ceja.

Este desvió su mirada.—No es tu culpa, ¿Okay?—comenzó a caminar dejándo a esta detrás. 

Betty caminó a la par de él.—Sí, si lo es.—suspiró.—Déjame recompensártelo de alguna manera, por favor. 

—Estoy bien, Betty. Conseguiré otro empleo y listo. Lo único que cambiará es que dejaré de verte a diario.

—No, Jughead. Por favor.—se detuvo unos segundos.—Vamos a tu departamento.

—¿Qué?—se detuvo. 

—Vamos a tu departamento.—repitió. 

—Siquiera tengo uno.—bufó siguiendo su camino. 

—Jones, no te estoy preguntando. Me llevarás a donde sea que vivas.—se puso frente a él, impidiendo que siguiera caminado.

—Mierda, ¿Por qué eres tan insistente?

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26/07/21

son las 4:27 am and voy a mimir, les dejo este capítulo<3