Un Mayordomo para ¿Yeontan? 1 |ⱽᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 88

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Taehyung al escuchar el nombre de su querida mascota soltó mi mano y llevó la suya a su boca.

Él quería hablar, pero cada que lo intentaba, no le salía ninguna palabra así que tomé el teléfono.

_Señora Kim -trataba de sonar firme y fuerte- ¿Siguen en casa?

_Estamos con el veterinario de Yeontan -dijo de la manera más desgarradora posible- Vengan ahora hijos.

_Vamos para allá, espérennos -dicho eso colgué la llamada y miré a Taehyung- Tranquilo, todo va a estar bien. A lo mejor solo tiene un pequeño resfrío ¿sí?

Él asintió con la mirada baja y yo tomé su mano para empezar a caminar en busca de un auto, habiendo conseguido transporte ambos subimos de inmediato. Durante todo el camino Taehyung temblaba y soltaba lágrimas.

Mi vista por ratos se nublaba, pero trataba de ser positivo. Hasta que luego de media hora llegamos a la veterinaria. Taehyung abrió la puerta de inmediato y corrió dentro.

Yo aún tenía que pagar, así que eso hice. Terminé, me bajé y aceleré mi paso. Busqué a Taehyung y cuando finalmente lo encontré, él abrazaba a su mamá mientras lloraba fuerte.

Cada paso que di mientras me acercaba resonó en mis oídos.

_Qué ocurre con el amo Yeontan -le pregunté a la señora Kim-

_Estaba recogiendo algunas cosas junto con mi esposo Jong Soo, tu tío y hermano cuando de repente el perrito dejó de caminar con normalidad, sus patitas temblaron y cayó al suelo soltando quejidos. Lo trajimos lo más rápido posible.

Tragué saliva, sentí aquellas ganas de llorar imparables.

_El veterinario dijo que, como sabemos el pequeño está con nosotros desde hace largos doce años. Y los perros de raza pequeña no viven mucho y es por eso que... -sus palabras se volvieron a entrecortar, no pudo terminar de hablar-

_Lo debemos dejar ir, su cuerpo ya no puede más con la edad -Tae terminó las palabras de su madre-

Entonces a eso se debía su cansancio últimamente. Él no me lo dijo, solo me convenció que era por el aburrimiento de estar en el hotel.

No voy a llorar, debo ser fuerte para Taehyung.

_¿Puedo pasar a verlo? -pregunté mirando a otro lado y luego hacia arriba para no soltar lágrimas-

_Puedes ir. Mi esposo está hablando con el veterinario acerca de -aclaró su garganta- la posible inyección.

_Gracias -dije en un tono casi inaudible antes de ingresar a la habitación de Yeontan-

Cerré la puerta y levanté mi mirada, el pequeño estaba recostado sobre una pequeña camilla.

Cuando lo vi no pude evitarlo, un suspiro pesado y entrecortado salió de mis labios. Me acerqué poco a poco hasta ver su carita decaída.

_Amo Yeontan -mi boca comenzó a hacer gestos de dolor y tristeza- aquí estoy

Mi mano tomó una de sus diminutas patitas con delicadeza.

_No nos deje -mis lágrimas comenzaron a caer al suelo y yo trataba de no hacer ningún ruido- Taehyung no lo soportará, yo no lo soportaré.

El pequeño can levantó su cabeza lentamente y comenzó a hacer ruidos.

_Bola de pulgas -dije antes de romper en llanto- no se vaya aún, prometo que si se queda le cepillaré el pelaje todos los días.

Me senté en un banco que estaba al costado de la camilla y acerqué mi rostro a él.

_Adivine qué, ahora Taehyung y yo nos vamos a casar -le mostré el anillo- Debe quedarse, para ver nuestra relación, para darme consejos, para llamarme tonto. Por favor amo Yeontan.

El can comenzó a mover su cola con las pocas fuerzas que le quedaban y se acercó para lamer mi cara.

_Hábleme, se lo pido hábleme amo Yeontan, quiero escucharlo. Amo Yeontan

Como era de esperarse, el pequeño no habló, solo se quedó quieto y pude observar cómo sus ojos oscuros comenzaban a humedecerse.

Llevé mi rostro hasta su cabeza y deposité un beso entre sus ojos.

_¿A quién se supone que deba cantarle antes de dormir? ¿A quién le contaré mi día? Amo Yeontan, por qué no me lo dijo ¿Eh? -repliqué con un nudo en mi garganta-

Estuvimos en aquella misma posición por unos minutos más, no quería apartarme, pero debía hacerlo.

Lo acaricié por última vez y salí de la habitación. Taehyung también debe despedirse.

_Tae, ya puedes ir a despedirte -dije mientras limpiaba mis lágrimas-

Justo en ese momento, el veterinario junto al señor Kim llegaron.

_Entren todos, para darle su despedida -dijo con una inyección en sus manos- Si no lo hacemos ahora, seguirá sufriendo por el dolor. Sus huesos y articulaciones están muy desgastadas.

_No le dolerá cierto -habló Taehyung-

_Para él será como dormir, prometo que el pequeño Yeontan no sentirá ni un poco de dolor.

_Entremos entonces -dijo el señor Kim-

Taehyung me miró y yo negué. Ya tuve mi despedida, no soportaré verlo irse.

Ellos ingresaron y Taehyung comenzó a hablarle al pequeño. El amo Yeontan no dejaba de mover su cola, era como si estuviese diciendo adiós.

Yo lo observaba desde el banco de espera que estaba fuera de la habitación.

A pesar de haber venido aquí durante doce años casi diariamente, nunca había notado lo tenue que era. Los colores melancólicos de las paredes y la triste iluminación, hacen de este lugar algo deprimente.

El veterinario se acercó para colocar la inyección. Los señores Kim sobaban la espalda de Tae mientras su mascota era inyectada.

El líquido ya encontraba en el cuerpo del perro y los movimientos de la cola se hicieron más lentos hasta que esta se detuvo.

Yeontan, mi jefe, mi mejor amigo, mi bola de pulgas... no sabes cuánto te voy a extrañar.

Prometo que cuidaré de Taehyung, que nunca lo dejaré ir, nunca lo haré sufrir. Solo te pido una simple cosa.

Que sigas estando en mis sueños, que me sigas hablando y regañando por ser tonto. Eso es todo lo que deseo. Adiós amo Kim Yeontan.

"Esperarás algo por doce años", esperé la boda con Tae.

"Alguien que te hizo daño vendrá arrepentido", ese fue Yoongi.

"Perderás a alguien importante" Ese fue mi amo.

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