/2020/
_Nunca pensé que mi primer jefe sería un perro.
_Y yo nunca pensé que mi mayordomo se enamoraría de mi dueño. La vida esta llena de sorpresas humano.
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°Drama, pero con final feliz
°Saltos de tie...
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Toqué el timbre, tanto el amo Yeontan como yo estábamos con resaca por la noche anterior.
Él tiene seis años, ¿es legal que haya tomado? No lo sé y espero que Tae no se de cuenta.
Por eso mismo lo estoy llevando en un bolso para que no tenga que caminar, de lo contrario nos delataría.
_Buenos días Kook -dijo Taehyung mientras abría la puerta- adelante -sonrió amable-
Él acababa de despertar por lo que solo llevaba puesto un bóxer y su cabello estaba desordenado.
_Yoongi aún duerme, en unos minutos lo debo despertar. Por ahora apóyame para hacer el desayuno por favor.
Asentí e ingresé, él dio la vuelta dejando ver su espalda llena de arañazos y marcas rojas.
No sabía que teníamos gatos.
_¿Qué sugieres que le prepare? -cuestionó entrando a la cocina- Quiero que luego de la mala noche con su padre, tenga una hermosa mañana.
_El batido TaeTae -solté al instante- tiene que probar esa excelente bebida.
Esa cosa es capaz de hacerte ver la luz del último túnel.
_Me parece buena idea, deja a Yeontan en el suelo para que puedas ayudarme.
Miré al can con angustia y coloqué el bolso en el suelo, él salió.
Sus extremidades tambaleaban y se movían descoordinadamente. Su pequeño cuerpo de balanceaba de un lado a otro.
_¿Qué le ocurre a Yeontan?
_E-es el cambio de ambiente -hablé nervioso- Debe estar un poco confundido y desorientado.
El perro chocó contra un sillón cayendo de espaldas, se quedó patas arriba por un buen rato.
_Debe ser algún tipo de ritual canino, sí es eso. Mi anterior perro lo hacía todo el tiempo, es muy común en ellos es como si adoraran a su dios de las croquetas.
_Oh, ¿y cómo se llamaba tu perro?
Miré a todos lados tratando de encontrar un nombre para mi perro imaginario.
_Se llamaba... ¡Firulais Parrapio! -dije lo primero que se me vino a la mente-
Tae asintió no muy convencido sin dejar de mirar a su mascota que no se había movido, seguía rígido en la misma posición.
_Sabes, mejor ya empezamos con el desayuno.
Nos lavamos las manos y él me asignó la tarea de cortar verduras para el batido.
_Debes cortarlas en rodajas no en cuadritos -se acercó- así -colocó sus brazos alrededor de mi cuerpo y su mano me guio para cortar-
