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La cuarentena se extendió mucho más tiempo, gracias a que las personas no se cuidaban en nada, a consecuencia de esto, Vil día tras día perdía más su cordura.
«¿Cuándo acabará?, ¿Podré volver a salir algún día?, Extraño a las patatas»
Esos eran algunos de sus recurrentes pensamientos, su trabajo se volvió escaso por la prohibición de aglomeraciones y su aburrimiento día a día subía, hasta las tareas que los profesores le dejaban se volvieron divertidas para él.
En uno de esos días, dónde el aburrimiento se apoderaba de su ser, investigar en esa aplicación que tomo popularidad entre los jóvenes...Tik Tok.
Video tras video, algunos entretenidos, otros solo daban pena y otros le avergonzaba en creer que esas cosas se llamaban 'tiktokers'.
—¡Oh, por la reina! ¿Esas son las nuevas celebridades? Ojala nunca me toque colaborar con ninguno de ellos —bufo molesto bajando el video que le apareció de unos chicos haciendo gestos SOBRE exagerados.
El video siguiente atrapo su atención por completo, con un llamativo titulo al principio y de fondo una canción que recientemente se popularizó en la aplicación.
—"¿Cual es tu aesthetic, según tu signo zodiacal?"... ¿Pero que es un signo zodiacal? —curioso indagó en internet en busca del significado de aquellas palabras.
En su investigación le intrigo tanto que las personas basaran su suerte ante sus signos zodiacales, que no eran mas que unas constelaciones ubicadas en puntos especiales geográficamente.
Al principio lo vio como algo idiota y lo dejo, pero la curiosidad era mas fuerte he investigo cual era su signo, descubriendo que el suyo era nada mas y nada menos que Aries, si el imaginaba que seria Leo, pero que mas da, desde ahora Aries seria el signo mas poderoso del todo el zodiaco.
Y con esto comenzó a informarse y obsesionarse con los signos zodiacales llegando al punto en que se volvió parte de su vida diaria.
—¿Es necesario está reunión? —pregunto molestó el león bostezando frente a su cámara, dejando visualizar los restos de comida en sus dientes.
—Leona, por favor, cuando bosteces cúbrete la boca —dijo asqueado mirando a otro lado—. Es desagradable ver la comida en tus dientes.
—Para mi es más desagradable ver una almohada de una chica detrás tuyo, pervertido —ataco el moreno recibiendo una indignada mirada por parte del peli-azul.
—¡No soy un pervertido! —se defendió abrazando con fuerza la almohada antes mencionada—. Esa chica la respeto aunque sea una almohada, pero que vas a entender, si no conoces la higiene dental.
