Después de "Vivir o Morir", llega la segunda parte de esta historia de lucha, aprendizaje y amor.
Benjamín Rojas es un cantante de éxito que la vida lo pone en su lugar en el momento culmen de su carrera. En ese instante, conoce al que será el amor...
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El valor de las palabras.
A veces olvidamos la importancia de lo que decimos, tanto que incluso podemos cometer errores por tal de no expresarnos adecuadamente o por el simple hecho de contentar al que tienes al lado.
Es sorprendente la facilidad y naturalidad con que las personas asumen sus propias promesas. A veces, parece que la vida es como un juego en el que puedes prometer cualquier cosa, sin saber siquiera que serás capaz de cumplirla en un futuro.
Yo me prometí ver a Camila en cuanto despertase o sino en otra vida. Y, de nuevo, la vida me la devolvía con otra bofetada.
Pero nadie te obliga a cumplir nada y las palabras se las lleva el viento.
Recuerdo unas palabras de mi padre: "Benjamín, cuando prometes hay que honrar esa promesa, pues nuestra palabra es la que nos va definir como personas a largo plazo. Siempre debes cumplir con tu palabra".
Y es cierto, no debemos prometer cosas que sabemos que no podemos cumplir. Al fin y al cabo, te defines como persona y rompes las ilusiones de los que confían en ti.
No podía fallarles, pero eso supondría romper con mi propia promesa.
Benjamín Rojas.
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¿Qué os ha parecido?
Como ya os avisé, si el capítulo anterior fue emocionante... Este no se queda atrás. Estoy nerviosa porque lo leáis, me emocioné muchísimo escribiéndolo. Así que si puedo os lo publicaré durante el día de hoy ( en España a la noche sobre las 11 o 12 dependiendo de cuando me encuentre libre) o si no mañana a primera hora de la mañana (hora española) lo tendrán publicado.
Gracias y gracias por los comentarios del capítulo anterior. La mayoría os emocionasteis con el momento Mía y Benja y no fue para menos. A nuestro Benja le está cayendo todo por todos lados, no sé si fue buena idea salir del centro de rehabilitación. Todo está muy movido y las heridas como veis no están para nada curadas.
