--- Extra Capítulo 36 ---

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Pvo Coco

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Pvo Coco

Observo a Micaela desde la cama. Como cada noche, antes de dormir, Micaela se dedica un tiempo para sí misma. Se echa toda clase de potingues en la cara. Ella lo llama rutina de noche, para mí es una tortura porque ando como bobo esperando a que termine y poder descansar abrazaditos como solemos hacer.

Últimamente está muy extraña. Si las mujeres de por sí son bien complicadas, Micaela ha llegado a un nivel que me preocupa. Pasa de estar contentísima a querer sacarme los ojos. Al comienzo, no le di importancia. Así son las mujeres... Pero después de varias semanas, la situación es insostenible.

Se lo comenté a Benjamín, pero el cabezón está liado con sus cacaos mentales que no está en lo que tiene que estar. Se lo comenté a Felipe, pero también salió mal. El pibe está en una especie de nube esponjosa rosa con unicornios saltarines danzando de un lado a otro con sus hijas recién rescatadas y la mujer que siempre ha amado. ¡Oye, que yo me alegro! Pero no está en lo que tiene que estar, como Benjamín.

Total, le pregunté a mi madre y... ¿Para qué lo hice? Me soltó una estupidez grandísima. Dice que puede ser que Micaela esté embarazada. ¡Embarazada! ¡Já! ¿Acaso nos ve con hijos? ¡Ni tan siquiera sabemos cuidar de nosotros mismos! Que tontería...

Yo pienso que puede que Micaela esté materializando conmigo todo el sufrimiento que ha tenido con Camila. Porque hay que admitir que el pozo de sufrimiento de Camila nos ha ahogado a todos. Sí, yo también me incluyo que en más de una ocasión me he querido cortar las venas por ella. ¡No se puede tener más mala suerte en la vida! A esta chica le ha mirado no un tuerto sino la población entera de tuertos.

Peeeeerooooo, si miramos el lado bueno de las cosas; Camila está saliendo del pozo por lo que todos podemos volver a respirar o al menos intentarlo. Solo espero que ahora que mi Miquis y la del pozo están retomando el contacto y trabajando en su amistad, pues se le vaya pasando a mi caramelito esas ganas irremediables de querer asesinarme. El yoga puede ayudar ¿no?

Bueno...

El yoga...

Demasiado motivada está y eso no me gusta. Ese monitor... No es que me preocupe. No lo conozco y sé perfectamente que no tiene nada que hacer ese pibe con mi Miquis. Yo le doy a mi bombón todo lo que necesita y más. Es la reina de mi vida.

- Uhm que olor tan rico – Micaela ya se ha tumbado en la cama y comienzo a depositar besos en su cuello. – Igual de rica que tú.

Me deshago del tirante de su camisón.

Vamos Coco.... ¡Que hoy hay jarana!

- Coquis, no me apetece. – dice deshaciéndose de mis besos. Se aparta sutilmente y me quedo medio petrificado.

EH... ¿QUEEEE?

No. No. No.

Lo he entendido mal. Segurísimo.

⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora