Princesa Encantadora "La Segunda Vida es la Vencida"

Capitulo 5

POV. T/N

Han pasado ya 5 años desde la primera vez que vi a mi hermana. 5 años en donde tuve que aprender a soportar los berrinches, bromas y pequeñas travesuras de Athanasia. Durante este tiempo se podría decir que la hermana mayor era yo cuando era lo contrario. Mientras que ella era una pequeña niña inquieta, yo era la que la cuidaba y de vez en cuando la ayudaba a conseguir lo que quería. Como ahora por ejemplo.

— ¡Nanny, nanny! Athy y T/N quieren chocolate. —Dijo la oji-azul con la cara mas tierna que pudo poner, haciendo que Hannah, la sirvienta, se sonroje al punto de que ya haya caído a sus encantos. En cambio, yo la miraba con una leve sonrisa, no era buena siendo tierna.

— ¡Oh, mi! ¿Las Princesas aman mucho el chocolate? —Dijo ella con tranquilidad.

— ¡Pues Athy y T/N aman mucho el chocolate! ¡Al igual que aman a Hannah! ¿Verdad T/N? —Dijo la pequeña Athanasia mirándome con ojitos de suplica, quería que le siguiera el juego. Rendida, miro a Hannah y me acerco tomando el dobladillo de su vestido, tirándolo un poco.

— Athy tiene razón nanny, ambas te amamos mucho... pero ¿Podrías por favor darle a Athy chocolate? Prometo encargarme de limpiar sus manitas y lavar sus dientes. Por favor. —Hannah ya no soporto tanta ternura de mi parte, y mas aun junta y solo le había dedicado una pequeña sonrisa. Lilly decía que era muy bonita y más cuando sonreía y lo que hacia mi sonrisa especial era que solo aparecía pocas veces.

Y ya cuando Hannah estaba a punto de ceder y darnos el chocolate, otra sirvienta llego...

— ¿Qué crees que estas haciendo Hannah? —Dijo con voz autoritaria Ces, una de las criadas encargadas de cuidarnos de vez en cuando.

— ¡Ces! Yo...—Antes de que si quiera pudiera hablar es interrumpida por la criada frente a ella.

—Lillian dijo que no mas dulces para las princesas, se les pudrirán los dientes si esto sigue así. —Hablo firme Ces.

—Pero Ces... será solo una pieza de chocolate, por favor. —Rogó la castaña en tono de suplica queriendo salirse con la suya.

Y antes de que Ces pudiera siquiera replicar, sintió un pequeño tirón en su delantal... era yo, quería llamar su atención, pues sabia que Athy estaría irritable si no se salía con la suya al menos esta vez. Por lo que de manera dulce hable, pues debía de admitir que también quería ese chocolate.

—Hermana Ces, prometo cuidar los dientes de Athy y míos, ya que después de todo tu tienes razón, una princesa no es bonita con dientes feos, pero por favor, dale chocolates a mi hermana. —Antes de terminar la frase extiendo los brazos. —A ella le gustan muuuuuucho los chocolates, así de cantidad. —Indico con los brazos. —Además a T/N le gusta ver a Athy feliz, y yo también deseo ese chocolate, me haría feliz...—Susurro lo último en mi intento de ser tierna y pareció ser que funciono porque las mejillas de Ces estaban completamente rojas y con voz tartamuda hablo.

—Yo... —Duda unos segundos pero al final ya rendida saca una pequeña bolsita de detrás de su delantal y me la extiende. —No deben de contarle a Lilly sobre esto ¿Bien?

La miro con una sonrisilla. —Es una promesa, guardaremos el secreto ¿O no Athy? —Miro a mi hermana.

— ¡Si! ¡Claro que si! ¡Ces es la mejor del mundo! —Dice soltando una risilla y acercándose a la sirvienta que se encuentra a mi misma estatura para darle un beso en la mejilla. —Gracias Ces.

Y así nuestra búsqueda de chocolate acaba con un final feliz, Athanasia obteniendo sus chocolates y yo simplemente siguiéndola, esperando tener la oportunidad de también probarlo. Durante nuestro pequeño escape de la discusión entre Hannah y Ces por quien se robo el beso de Athanasia, la mencionada se comió la mayoría de los chocolates, dejando unos cuantos pocos para mi y ella terminando con sus mejillas y boca completamente manchadas.

—A veces no se quien es la mayor. —Digo sacando un pañuelo azul para comenzar a frotar este por las ahora ya limpias mejillas de Athanasia y pasándola por mis manos para intentar quitar los pocos restos del dulce. —Ya esta, pero deberás lavarte las manos en una de las cientos de fuentes que hay si es que no quieres que Lilly te regañe.

— ¡No quiero que me regañe! Me lavare, por supuesto que lo haré ¡Gracias T/N! —Dice dedicándome una de sus radiantes sonrisas. —Bien, vamos por una de las fuentes. —Y así me toma de una mano haciendo que a ambas se nos ensucien mas de lo que ya estaban, para luego seguirla.

A esta niña si que parecía no acabársele la energía.

Sin importar cuanto me queje, que haría yo sin mi pequeña hermana.

***

POV. ATHANASIA

Luego de que T/N me consiguiera chocolate y corriéramos mientras me los comía, ella me limpio cada rastro del dulce a excepción de mis manos las cual debían de ser lavadas y las cual también se las embarre a ella. Finalmente corrimos hacia una de las fuentes, quedándonos allí por unos cortos minutos. 

—Soy adorable. —Susurro mirando mi reflejo. La Athanasia real era bonita.

— ¿Recién lo notas? —Dice T/N apareciendo por detrás dejando ver su reflejo también en el agua.

— ¡Tu también eres adorable y no puedes negarlo! —Digo sonriéndole y ambas viendo nuestros reflejos.

Éramos idénticas pero a la vez diferentes. Ella tenía un hermoso cabello rubio que se volvió cada vez mas brillante de desde que era una bebe. Su piel era comparable con la porcelana y sus ojos se tornaron de un color carmín rosado hermoso.

Y yo, era poseedora de un cabello rubio tan comparable como el Sol, mi piel era de un color pálido pero no demasiado, mi contextura era pequeña y regordeta, era normal para mi edad, y mis ojos eran distintos a los de T/N, eran de un color azul enjoyado, los cuales solo los poseían los herederos del emperador, por lo que respecto a los ojos de T/N supongo que... tiene los de mamá.

— ¡Athy! ¡Athy! —Al parecer me quede pensando demasiado tiempo, pues lo primero que veo al reaccionar es la mano de mi hermana pasar frente a mis ojos y su rostro preocupado.

— ¿Estas bien hermana? —Pregunta preocupada.

—Si, tranquila, solo... pensaba.

—Y... ¿Se podría saber en que? —Pregunta ella con una ceja alzada.

—En que... ¡Yo abrazare a Lilly primero! —Digo comenzando a correr.

— ¡Oye! ¡Athanasia, detente! ¡Te caerás!

Y así las risas de ambas hermanas eran como una leve melodía, que hacia que las penumbras del Ruby Palace ya no sean tan sombrías.