-Fue un placer haber sido tu hija papi, te amo.
Luego de esas simples y dolorosas palabras, un cuerpo sin vida yacía en la delgada soga que dio por finalizado un último suspiro. Un último retoño de vida que hubiera deseado vivir un poco más.
Mientra...
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POV. T/N
Ambas estábamos de exploración por el bosque del castillo, o bueno, mas bien por el patio pero ya casi entrando porque Athy había escuchado un ruido proveniente de los arbustos. Apartamos las hojas y ambas abrimos los ojos de la sorpresa al encontrarnos con dos bonitas criaturas de claramente distintas especies. Eran hermosos y únicos, pero la pregunta en cuestión era, ¿Eran peligrosas?
Una de ellas parecia un bonito lobo bebe de color negro muy peludo con un intenso y brillante azul desplegado en sus orejas y cola. Era completamente hermoso y de ojos negros pero la criatura no despegaba sus ojos de Athanasia y eso me preocupaba un poco. Había algo en él que se conectaba con ella, es como si tuvieran una fuerte conexión, como un hilo de mana directo a sus corazones, ¿Sera lo que creo que es...?
La otra criatura mientras tanto, era fascinante, no podía evitar pensar que parecia la mascota de un rey. Era como un pequeño venado con una cola muy pero muy larga, de color negro del cuello hacia delante y marrón el resto del cuerpo, todavía parecia ser un bebe porque apenas tenia dos pequeñas crestas en crecimiento a ambos lados de la cabeza. Era precioso y totalmente majestuoso. Este me observaba a mi.
— ¡Mira T/N es hermoso! —Apunta al lobito. — ¡Aunque míralo a él también, es taaan tierno! —También apunta al venadito. Me hacia recordar al bambi de Corea.
—Si. Son bonitos pero, ¿Qué serán?—Intento acercar mi mano a uno de ellos pero rápidamente se echan a correr.
— ¡Vamos T/N, corre! —Grita Athy entrando a las profundidades del bosque sin dudar.
— ¡Athanasia! —Empiezo a ir tras ella. — ¡No corras tan rápido! —El aire me empieza a faltar. Debería hacer mas ejercicio, por Dios. Esto era agotador.
Ambas corríamos por el bosque, Athy tras las criaturas y yo tras ella, era una persecución chistosa pero ahí estábamos. Escuchaba sus gritos a la distancia, no estaba tan lejos porque podía ver su silueta.
— ¡Athy! —Digo justo cuando ella para frente algo. Ella rápidamente levanta los brazos lista para dejarlos caer sobre las supuestas criaturas.
— ¡Te tengo! —Grita ella.
— ¡Espera Athanasia creo que esas no son las..! —Fue tarde, ella se había lanzado hacia el desconocido.
—Mi cabeza carajo, ¿Qué estas haciendo? —Su voz era tersa y firme, quejosa en ese momento, pero el desconocido se sentó dejándose a la vista.
Athanasia rápidamente suelta el cabello del desconocido y corre hasta ponerse casi detrás de mi. ¿Quién era este desconocido? Parecía una muñeca. Casi que parecia tener el cabello mucho mejor que nosotras juntas.
— ¿Quién eres tu hermano? —Pregunta Athy un poco sonrojada por haberle tirado el cabello.
—Es cierto, —Agrego yo frunciendo el seño. — ¿Quién eres y que estas haciendo aquí? Nadie puede ingresar a este bosque.
