|Cap ₃|Hombres Jeon.

20.1K 1.6K 1.4K
                                    


—Quisiera decir que no me sorprende —habla Jungkook, sentado al lado de la ventana de mi izquierda, mientras íbamos en el auto.

Su papá y mi mamá iban riendo adelante, hablando de temas banales.

—Pero te sorprende —afirmé.

—Sí —asiente, volteando a verme.

—Tampoco es como si nos conociéramos de toda la vida, Jungkook —me encojo de hombros—. Apenas sé tu nombre.

—Tienes razón, ___ —bota aire, pude notar que su mirada había caído en mis piernas, sin embargo, la levantó de inmediato y desvió la vista a su ventana—. No sabemos nada del otro, y tampoco lo sabremos.

Me fijé en una de sus manos sobre su regazo, puesto que la había apretado en un puño.

—Perfecto —asiento.

—¿Te gusta "Harry Potter"? —voltea nuevamente a verme.

—¿Qué?

—Es broma.

Vaya humor te cargas. No vayas a matar a alguien por ahí.

No seas antipática.

Cállate, zorra.

Finalmente, se me queda viendo, junto a una sonrisa de lado, la cual se iba desvaneciendo cada vez más, hasta quedar sólo sus ojos en los míos, sin la interrupción de alguna expresión.

Su mirada era verdaderamente penetrante, profunda, algo oscura, pero cautivadora.

No me transmitía nada, absolutamente nada. Sin embargo, asustaba.

—Tengo novio —digo.

—Y yo tengo abuela —dice Jungkook.

—Qué bueno —sonrío, muriéndome de vergüenza.

Volteo a ver mi ventana, queriendo abrir la puerta en ese mismo instante y aventarme por la misma. Jamás había dicho algo tan estúpido frente a alguien.

Por Dios, si esto fuera la narración de un libro, querría asesinar a la protagonista.

En todo el viaje, no pude voltear a verlo. No puedo creer que su mirada la había tomado como una forma de coqueteo. Maldita sea, sólo era una mirada, una puta mirada, no una proposición de matrimonio.

Al llegar al restaurante, nos posicionamos en una mesa para cuatro, grande, cubierta por un mantel color crema, con servilletas rojas. Todo era muy elegante.

—¿Tuvieron tiempo para conocerse? —pregunta el señor Jeon junto a una sonrisa, mirando a Jungkook y luego a mí.

Aún no podía creer que se trataba del rector de mi universidad.

—Claro —contestó el castaño frente a mí, mirándome.

—Ya nos conocíamos —agrego.

—¿Sí? ¿Cómo? —pregunta ahora mamá.

—Jungkook me ayudó a encontrar la oficina de el señor Jeon —digo mirando al castaño—. Fue muy amable de su parte.

—Es lo menos que podía hacer —contestó él, bebiendo de su copa con vino.

—Muy bien, hijo —su papá sonríe, dándole palmaditas en el hombro—. Qué bien que se estén llevando bien.

—Sí, nos alegra mucho —agrega mamá—. Nos complicó mucho pensar en cómo se llevarían.

—Al parecer lo tomamos con mucha madurez, ¿no, ___? —me vuelve a mirar Jungkook.

—Claro —le sigo el juego, y estiro mi brazo por la mesa, tomo la mano de mamá y la miro a los ojos—. Ha pasado tiempo desde... desde... —trago saliva—. Desde...

Filoaster | JJK [+21][✔] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora