Capítulo 8

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Al conseguir nuestras armaduras el maestro nos miraba con orgullo y nos felicitaba gracias al arduo esfuerzo y trabajo con el que completamos los 6 años de entrenamiento, mencionaba que esto solo era la primera parte para iniciar nuestro camino co...

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Al conseguir nuestras armaduras el maestro nos miraba con orgullo y nos felicitaba gracias al arduo esfuerzo y trabajo con el que completamos los 6 años de entrenamiento, mencionaba que esto solo era la primera parte para iniciar nuestro camino como Santos de Athena.

Aunque mencionó que solo uno de nosotros podía ir al santuario, y uno debía quedarse, no lograba descifrar el porque de esa decisión.

-Hyoga tú irás al santuario, Kumi, tu quedarás aquí, aún hay algunos pendientes contigo.- Esas fueron las palabras que pronunció después de haber conseguido las armaduras.

Era de esperarse que Hyoga se fuera a los dos días de la indicación del maestro, por mi parte aún estaba en Siberia, sin hacer nada, sin ninguna indicación de Cristal completamente confundida...

POV CAMUS

Partí del santuario en cuanto Cristal me informo que habían concluido con éxito el entrenamiento sus estudiantes, pero decidí hacer antes una parada a Suecia.

Precisamente a Saint Academy, la mayoría en el santuario desconocen este sitio, en especial los santos de bronce y plata a diferencia de los santos de oro y el patriarca que conocemos el paradero de tal centro de entretenimiento.

Shadya y Mayura eran dos amazonas encargadas de dirigir el lugar, las responsables de dar un adecuado entrenamiento para las saintias que estarán al servicio de la diosa Athena cada vez que reencarne cada 200 años.

-¡Que sorpresa tener a un caballero dorado por estos lares! ¿Me preguntó a qué se debe esta visita? - El inconfundible tono arrogante pero firme de Mayura retumbó en mis oídos.

-Está demás mencionar el reconocimiento y prestigio que se ganó este lugar gracias a su calidad de instruir señoritas que estarán al servicio de Athena -

-Tambien está demás decir que no vino hasta este lugar únicamente hasta aquí para elogiar el prestigio de esta institución- Aparece Shadya de entre las sombras, con los brazos cruzados y mirada seria como Mayura.

- Iré directo al grano, entre los pupilos que entrenó mi alumno se encuentra una niña, es bastante particular, asegura que tiene todo el potencial, la cuestión es...Quiero que la entrenen como una más de sus estudiantes si en la prueba que le pondré no demuestra el suficiente valor, espíritu, coraje, fuerza de voluntad y determinación-.

-Señor Camus, si fue entrenada esa chica por su propio estudiante, no creo que le falte algo y mucho menos algo que probar si ha concluido su etapa de entrenamiento con éxito- A diferencia de Mayura, Shadya jamás duda del potencial de los aspirantes a caballero.

-Ver para creer...Querida Shadya- Mayura por otro lado, si que era la contraparte, en lo más perfecto era capaz de encontrar un pero.

-Aceptamos a recibir a esa niña, si no cumple con tus expectativas Camus, pero si ella cumple con todos todo lo que tú dices, te harás cargo tu de ella- Una mirada amenazadora sale de los ojos de Shadya en mi dirección.

-Antes de que retires Camus...¿Cuál es el nombre de la niña? - Mayura hace una última pregunta.

- Kumi, su nombre es Kumi - Sin nada más que decir me doy la vuelta para comenzar a salir del lugar e iniciar mi partida hacia Siberia.

POV CRISTAL

Podía notar la inconformidad y ligero enojo a leguas de Kumi, pero tenía que seguir la estricta orden de mi maestro.

Por mi parte no lograba comprender el porque dudaba tanto del potencial y capacidades de la niña y tenía que forzosamente comprobarlo.

La noto tratando de romper una pared de hielo, cuando me acerco noto que la tiene más que perforada.

-Creo que deberías descansar un poco, o te terminarás lastimando esos nudillos - Coloco mi mano entre la pared y la suya, no sin antes llevarme un golpe en la misma...si que pega duro.

-No tengo muchos ánimos ahora - Se detiene y se quita las vendas que protegían sus nudillos-.

-Creo que no tienes que enfadarte tanto Kumi-.

-¿Qué no me enfade? - Mala elección de palabras Cristal - Espere seis años de entrenamiento para que no me dejarán seguir con mi capacitación en el santuario como a Hyoga -

Frunce su ceño por completo cruzando los brazos para dejarse caer en el piso y soltar un gran suspiro - Maestro, realmente quiero esto... -

Abro mi boca para hablar pero un carraspeó me interrumpe haciéndome girar para ver de quién se trataba.

POV KUMI

Un hombre alto se encamina hacia nosotros, porta una armadura distinta a la que he visto en mi maestro, incluso distinta que la mía. Está porta colores dorados brillantes.

Sus facciones son demasiado serias, no muestra expresión alguna, su forma al caminar parece demasiado elegante, su cabello es largo de un color azul muy lindo.

-Kumi, te presento a mi maestro Camus, caballero dorado de Acuario - Termino de analizarlo ya que la voz de mi maestro interviene.

Me quedo un poco estupefacta al escuchar lo que dice de el ¿Caballero dorado? ¿Acaso existía divisiones entre caballeros?.

Realmente trato de no darle mucha importancia, estoy aquí estancada, me pongo de pie y me coloco a un lado de Cristal.

-Me han hablado mucho de ti y te de reconocer que en algunas ocasiones he venido a ver su entrenamiento por la intriga que me causas-

Así que cuando sentía que nos observaban todo el tiempo había sido...¿Él?

-Dejando de lado el halago que has recibido, no estoy aquí solamente por la intriga que me generas, vengo a calificar tus aptitudes para comprobar si realmente calificas para ser un santo, si no cumples con los requisitos serás enviada a otro lugar de entrenamiento para especializarte en alguna otra formación en el santuario-.

¿Alguna otra formación? ¿Sobre qué tendría que especializarme si no cumplo con sus requisitos?

-La prueba será rápida y sencilla, un combate, demostrando todo lo aprendido en contra de quien te lo enseñó-

Pero ¿Qué? ¿Acaso perdió la cabeza? ¿Cómo puede pedir tal cosa? ¿Un combate en contra de mi maestro solo para saber si soy capaz o no? Ridículo.

-Maestro Camus, no encuentro prudente en pedir tal acto...- Mi maestro trataba de intervenir, pero fue mandado a callar por su maestro quien ordenó iniciar lo antes posible para no perder tiempo.

No pasaron ni dos minutos y ya me encontraba en el piso, para Camus al parecer fue suficiente para tomar su decisión.

Una mirada apenada invadió mi rostro encontrándose con la de mi maestro, podía sentir como con su mirada me decía "lo intentaste y está bien". Camus me ordenó tomar mi armadura y seguirlo, dude en preguntar a dónde nos dirigíamos, por lo visto parecía que noto mis gestos de duda por lo cual solo se limito a decir:
-Nos dirigiremos a Suiza-...

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2022 ⏰

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