Tyler y Brendon almorzaban en las mesas de la cafeteria de la escuela, desde hace rato que el castaño quería sacar el tema de conversación de Marshall pero no sabía cómo ni en qué momento hacerlo, tampoco sabía si Brendon quería hablar de eso, Ya qué no le había contado absolutamente nada, ni siquiera sabía cuánto llevaban de eso, si ya eran pareja o algo parecido.
—Oye, Bren...—Se decidió por hacerlo directo, Brendon hizo un "ujum" mientras tenía comida en la boca, para que siguiera hablando—¿D-Desde cuando estás con lo de Marshall?—preguntó sin mirarlo.
—Mm... Unas semanas, ha dado frutos porque ha entregado todos su trabajos. Sólo falta esperar al día del examen—contestó de lo más simple mientras continuaba comiendo.
Tyler no sabía hacia preguntas directas, el menor había pensado que preguntaba por las tutorías, se bofeteó mentalmente, definitivamente últimamente sus conversaciones no funcionaban como deberían.
—¿Y te paga con besos?—preguntó algo molesto y Brendon se tensó, lentamente volteó a ver al castaño, con expresión de susto en su rostro.
—¿Q-Qué?
Tyler se encogió de hombros, mostrándose desinteresado.
—¿Por qué no me habías contado?—
Brendon se mantuvo en silencio un par de minutos, aún no había procesado que Tyler supiera, ¿a caso alguien más lo sabía?
—¿Hola?
Soltó el aire que tenía acumulado y trató de tranquilizarse y se decidió por contarle a su mejor amigo.
—Llevamos sólo una semana de esto—murmuró bajando la mirada, estaba avergonzado de no haberle contado antes, siendo que eran mejores amigos.—No te había contado porque no sabía qué tan seguro podría ser—jugaba con sus dedos sobre su regazo.
—¿Y qué tan seguro es?—preguntó mordiendo su sándwich.
—Él dice que quiere que sigamos conozcandonos y que dejemos que fluya
—Brendon—se limpió con una servilleta y la dejó en la mesa antes de voltearse a su amigo y poner una mano sobre la de Brendon, para que lo mirara—¿Por qué estás nervioso?—
—No lo sé, sólo que nadie me había gustado tanto como él y me asusta hablar de esto con alguien más—trató de mirarlo a los ojos pero su cuerpo volvía a bajar la mirada solo.
—¿Te gusta mucho Marshall?—Miró a su amigo asentir y se sintió mal, él sabía que Marshall jugaba con Brendon y éste último estaba hasta las manos.—Oye...—habló con tono de voz suave—Eso es muy dulce—le sonrió—Pero ya sabes lo que dicen de él, tengo miedo de que te lastime—
—También dicen muchas cosas de ti—habló neutro, algo molesto de que Tyler hiciera caso a romeros cuando era él el que tenía más de estos y no era como ellos decían.
Tyler se tensó un poco pero siguió comiendo como si nada.
—Tienes razón
Aún así, el castaño no confiaba para nada en el rubio, quizá hablar con Brendon no iba a cambiar nada, estaba enamorado y lo entendía pero él haría todo lo posible para que no lo
Volvieran a dañar.
Haría lo que fuera porque Brendon no vuelva a sufrir por un chico en su vida.
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Brendon caminaba a su casa sosteniendo las correas de su mochila mientras sonreía. Era un lindo día, había sol pero no estaba caluroso, los árboles se veían increíbles y había un ligero viento muy placentero. Veía todo hermoso.
