Prólogo

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—¡Es turno de Tyler!—gritó Jack para que todos le pusieran atención, los chicos inmediatamente voltearon a ver al castaño quien trató de ocultarse en sí mismo ya que había sido obligado a ir a esa ridícula pijamada y a ese juego.

El castaño le rogó con la mirada a su amigo pelirrojo que no lo obligara a hacerlo pero este sonrío con malicia mirándolo directamente.

—Bien mi querido Ty—comenzó a decir mientras todos estaban en silencio mirando a Tyler—¿estás listo?—

El castaño negó repetidas veces pero el pelirrojo lo ignoró completamente.

—Bien—soltó e hizo girar a la botella, la cual comenzó a ir a toda velocidad, haciendo a Tyler esperar unos minutos que lo comían junto a la curiosidad y el nerviosismo que no paraban de brotar con ganas.

De un momento a otro la botella comenzó a ir cada vez más lento, todos ponían atención, ¿quién sería el afortunado de besar a Tyler Joseph?

Cabe recalcar que era una pijamada de solo chicos, los cuales no pensaban en lo que hacían, solo se dejaban llevar por sus instintos.

Y su único instinto ahora era querer besarse unos con otros hasta que no haya quedado una sola boca virgen en esa habitación para cuando tuvieran que regresar a sus casas la mañana siguiente.

Cuando la botella paró de girar, Tyler se tapó los ojos con sus pequeñas manitas y su corazón comenzó a ir con más fuerza, no quería ver a quién tenía que entregarle el honor de darle su primer beso.

—Bien Tyler, tienes que besar a…—Tyler no quería escucharlo o moriría, tenía demasiados nervios.—Justin—

Tyler miró entre sus dedos, todos los chicos que estaban sentados en círculo lo miraban y dirigió su vista hacia Justin quien sonreía con las mejillas rosas.

—Vamos Ty—sonrió malicioso Jack, Tyler maldecía en mil idiomas a su amigo, sabía que no lo hacía con una intención malvada pero era un momento demasiado íntimo como para que todos los estuvieran mirando, o al menos así pensaba el castaño.

Tyler soltó un gran suspiro y retiró sus manos de su rostro, dejando ver el sonrojo que pintaba todo este.

Sin mirar a nadie, comenzó a gatear hasta Justin quien estaba hincado y sentado sobre sus piernas esperando a que Tyler diera el paso.

El castaño llegó enfrente de Justin, se puso en la misma posición que este y se quedó un momento mirando el cinco en color azul rey que estaba al centro de la camiseta gris de Justin.

Todos los miraban ansiosos, algunos apostaban a que Tyler no se iba a atrever, otros apostaban a que si, era algo emocionante para ellos porque Tyler era el único que quedaba por decirlo de alguna manera, virgen.

Tyler miró al rubio, se fijó en sus ojos azules, este solo estaba alerta a cada movimiento de Tyler, él ya había dado su primer beso hace quince minutos con Michael así que no estaba igual de nervioso que el castaño.

El castaño no quiso esperar más a que esa tortura pasara, así que se acercó a Justin cerrando sus ojos en el trayecto, el rubio también cerró sus ojos y dejaron que sus labios se unieran por completo.

Sin experiencia comenzaron a mover sus labios sobre los del otro, Tyler sentía que se iba a morir por lo rápido que iba su corazón, y Justin estaba sintiendo algo peculiar en su interior.

Tyler rompió el beso que duró aproximadamente cinco segundos y abrió sus ojos, permitiéndole al rubio apreciar esas gemas marrones que el castaño tenía por ojos.

Justin se sentía sin aliento, había un cosquilleo en sus labios demasiado grande, deseaba volver a unirlos con los de Tyler pero este simplemente volvió a alejarse y a colocarse en su antiguo lugar.

Tyler se sentía bien, besar le había gustado y no se sentía tan observado ahora que todos habían vuelto al juego. Sin tomarle mucha importancia a lo que acababa de ocurrir.

El castaño no paraba de sentir la mirada de Justin sobre él, y cuando volteaba de reojo a verlo, se encontraba con el ojiazul mirándolo fijamente. Se sentía algo incómodo.

Justin se sentía encantado con Tyler.

El juego terminó, la noche terminó y la pijamada terminó, al igual que esa semana, ese mes, ese año.

Algunos años después, seis para ser exactos, todos los chicos ya tenían quince años, algunos se habían alejado del grupo, se habían mudado, se habían dejado de hablar pero Justin seguía sin poder quitar su mirada del castaño.

Justin se había enamorado, y adivinen qué.

Otros tres chicos se habían enamorado de Tyler, los besó una vez, y al día siguiente ellos estaban detrás de él, lo querían.

A Tyler le parecía sumamente extraño aquello, ¿como alguien puede enamorarse con un besito?

Él aún no se había enamorado, aún no sentía algo tan grande por algún chico o chica.

Un día Tyler tuvo una teoría algo descabellada y es que esta hablaba de como él tenía labios mágicos que enamoraban a los chicos. Aquella teoría la desechó cuando se dio cuenta de que sonaba más que estúpido.

Pero un día ocurrió un accidente y es que hubo un fuerte temblor en la ciudad mientras él estaba en clase y muchos comenzaron a evacuar la escuela horrorizados, en medio de ese desastre, un chico cayó sobre Tyler y por accidente sus labios habían chocado.

Después de eso Tyler nunca se pudo quitar de encima a aquel castaño.

Y llegó a una conclusión muy extraña y es que efectivamente...

Tyler tenía labios mágicos.

𝐋𝐈𝐏𝐒 : 𝘑𝘰𝘴𝘩𝘭𝘦𝘳 Where stories live. Discover now