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Seis de la mañana y las nubes cubrían la mayoría del cielo. El frío otoñal era notorio en todas partes, árboles, pavimento, viento, etc. Incluso al hablar, se podía distinguir un leve vapor al salir de la boca.
En la habitación del hijo del presidente se podían presenciar dos cuerpos que yacían unidos por un abrazo desnudo.

Jimin y su "guardaespaldas" estaban acurrucados como si no hubiese más gente en aquel lugar. Estaban en su pequeña burbuja que en cualquier momento explotaría causando desastre.

—Mhmm...

Jungkook fue el primero en despertar. Al abrir sus ojos pudo encontrarse con la persona que adoraba durmiendo contra su pecho. Sus mejillas caían por sus labios y su cabello levemente desordenado. Era un ángel.

—Jimin... cariño, despierta— dijo levemente acariciando su mejilla, pero el mencionado estaba profundamente dormido.

El alfa miraba tiernamente a su querido omega. Ahí descansaba plácidamente su destinado, la persona que amaba, la persona que podía llamarse alma gemela, ahí estaba la persona que tanto extrañaba. Era verdad que del amor al odio hay un solo paso, pero del odio al amor... un paso es muy poco. Quizás jamás hubo odio, quizás eran dos simples desconocidos que aún no mostraban quienes eran realmente para enamorarse de una buena vez... y así fue.

—Jimin, cariño— volvió a repetir el alfa, —Tienes que despertar, me tengo que ir... hey... cariño— el omega abrió sus ojos levemente mientras su ceño se fruncía. Al fin despertó.
—N-No te v-vayas Jungkookie— imploró con ojos de cachorro, —Quédate conmigo porque tengo f-frío.
—¿Solo porque tienes frío?— preguntó enarcando una ceja.
—Claro que no... mhmm... porque te amo y porque amo tus abrazos— respondió con ojos cerrados atrayendo más al alfa contra su desnudo cuerpo.
—Cariño, me tengo que ir... lo siento mucho.
Jimin se sentó rápidamente y con su puño limpió sus ojos. Observó al alfa y se sentó arriba de él.

—Ahora no puedes irte, intentalo.
—Jimin, te puedo levantar con un brazo... mi mano cubre tus dos manos... eres pequeño comparado a mí. ¿De verdad quieres que lo intente?— preguntó sentándose igualmente.

El omega ladeó su cabeza y lo miró de reojo, —N-No...

—Porque te ganaría, y perderías— dijo con una sonrisa el alfa.
—Quédate... — el rubio se acercó a él y dejó que las palmas de sus manos se deslizaran lentamente por los abdominales de Jeon, —es una orden.
—¿Q-Qué?— el "es una orden" desconcertó al alfa. No le molestaba, si no que recordó que Jimin es en su totalidad, su jefe.
—Dije... — la mano bajó aún más hasta sostener el miembro del alfa, haciendo que este trague fuertemente, —que te quedes... es una orden de tu jefe, Jungkookie, ¿Entendido? Cúmplela.

Joder.

Jimin sonreía maliciosamente al ver que tenía en la palma de la mano al alfa. Con besos lentos en el cuello comenzó a abrigar el ambiente, pero también a Jeon.

—J-Jimin... n-nos pueden ver— dijo Jeon bajando sus manos hasta las caderas del omega.
—¿Y qué con eso? Además... está con seguro— dijo mordiendo el lóbulo de la oreja del pelinegro.

Jungkook cerró sus ojos y se dejó llevar. Disfrutaba ver como el omega tomaba las riendas de la situación y manejaba todo el asunto. Amaba ver como mandaba, eso le encantaba bastante.
—Ah... Jimin.
—¿Mhmm?

El rubio comenzó a frotarse lentamente contra él, creando una especie de fricción entre ambos cuerpos, fricción que encendió por completo a ambos. De un segundo a otro, los ojos del alfa se tornaron rojos y Jimin se había dado cuenta en el momento exacto al besarlo en los labios.

FIRE ALARM - km au.Where stories live. Discover now