❝Miedo irracional a ser feliz por temor a que a continuación pase algo malo o negativo.❞
Alexandra White sabe que no puede ser feliz. No sólo por las situaciones que vive día a día, sino también por miedo.
Ella piensa que ser feliz es algo negativo...
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El Partido de Quidditch estaba finalizando, y Gryffindor iba perdiendo contra Hufflepuff.
James estuvo todo el partido revisando las gradas en busca de Alexandra, pero ella nunca llegó.
Durante la semana no le había dirigido la palabra, y James cada día se sentía peor.
Sirius, Remus y Peter intentaban animarlo pero fracasaban.
James quería hablar con Alex, pero no sabía qué decirle. Sentía que empeoraría todo.
Lógicamente ella no quería hablar con él, pero James la necesitaba. Él necesitaba abrazarla, besarla o simplemente hablar con ella, con eso se conformaba.
James se dirigió a los vestuarios mientras miraba el suelo, pero alguien lo frenó en el camino. Caroline se encontraba enfrente suyo.
–James. ¿Cómo estás?
El azabache no quería hablar con nadie, menos con ella. Suspiró y asintió con su cabeza incómodo.
–Bien. ¿Y tú?
La rubia sonrió y asintió con su cabeza feliz.
–Oí que peleaste con Alex.
El chico frunció el ceño y se sintió incómodo al oír que la nombraba.
–No peleé con ella.
Caroline ladeó su cabeza confundida y elevó sus hombros sin saber.
–No, no lo sé. Oí que hablaban sobre eso en mi Sala Común, algunos chicos hablaban de ella.
James se removió incómodo y reprimió un gruñido.
–Y como no los vi juntos, pensé eso.
El azabache sabía lo que Caroline quería. Ella en verdad gustaba de James, pero el chico quería a Alex con locura. Él revolvió su cabello y suspiró mientras sonreía a medias.
–Nosotros estamos distanciados, nada más. Pero yo en verdad la quiero y pronto estaremos como antes.
James no quiso ser grosero, pero no le gustaba la idea de que todos digan que Alex estaba soltera. Caroline asintió comprendiendo y sonrió.
–Claro, lo lamento. Espero que pronto se arreglen. –dijo sincera.
James sonrió sin mostrar los dientes y asintió mientras se alejaba de allí. Miró a lo lejos y notó que Alex miraba disimuladamente a su dirección mientras hablaba con Sirius. El azabache se quejó por lo bajo.
Lo único que faltaba era que ella crea que él la había dejado para tener algo con Caroline. Sería el colmo.
James ingresó a los vestuarios y rápidamente se quitó su uniforme, abrió el agua de las duchas y cerró la puerta, dándose algo de privacidad.
