Code Hero: 𝙂𝙍𝙀𝙀𝙉𝙏𝘼𝙇𝙀 [CANCELADA]

Capítulo IV

Allí estaba Izuku, siendo cargado como un costal de papas por un esqueleto que lo llevaba montaña abajo. Al principio trató de defenderse, pero luego vio que a pesar de la baja estatura de este, ocultaba una gran fuerza bruta que le hizo imposible liberarse.

— Oye... ¿Tus amigos estarán bien? — le preguntó de la nada Izuku — Digo, estaban peleando contra unos tipos muy fuertes.

— POR SUPUESTO ¡ELLOS SON AMIGOS DEL GRAN BLUEBERRY DESPUÉS DE TODO! Aunque también porque lidiamos con situaciones así a menudo... — esto último lo dijo en un tono más bajo.

— ¿P-pelean con esos sujetos muy seguido?

— SÍ, SON MUY FUERTES Y QUIEREN LASTIMAR A LA GENTE ¡ASÍ QUE NOSOTROS PROTEGEMOS A TODOS!

— Pero... ¿No deberían dejarle ese trabajo a los héroes? ¿Acaso... ustedes son héroes?

— ¿HÉROES? HAY ALGUNAS PERSONAS QUE NOS DICEN ASÍ ¡SOMOS LOS STAR SANSES, HÉROES DEL MULTIVERSO!

Ese día, cuando llegó a su casa se sentó a pensar. Tenía muchas preguntas, pero ahora tenía algunas posibles respuestas.

La primera, que estaba frente a un grupo de enfermos mentales que alucinaban y decían cosas sobre universos, etc.

La segunda, que eran sólo héroes y que el de azul no se pudo explicar bien y había una ciudad llamada "multiverso" que ellos hacían equipo para proteger. Aunque nunca había escuchado sobre una agencia que se llamara "Star Sanses".

— La tercera, que todo lo que me estén diciendo sea verdad, pero eso sería muy difícil. Podría preguntarles, pero ya estoy harto de subir la montaña una y otra vez... Supongo que darle tantas vueltas al tema no solucionará el asunto esta noche.

Y se dispuso a caer en los brazos de morfeo.

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Izuo, cada número que ves ahí es un ser, un mundo, un alma...

Los rayos del sol atravesaron la ventana, y le dieron al muchacho directo en los ojos. Este se levantó somñoliento, y se miró al espejo para ver sólo unas grandes ojeras, producto de su pésima noche.

Tuvo muchos sueños, pero ya no se podía acordar de qué trataban.

— Creo que uno era de unos esqueletos peleando... y que uno azul que no paraba de gritar me llevó a mi casa...  Que pesadilla más extraña— se dijo mientras entraba a la cocina.

Abrió la alacena, pero por alguna razón su cereal favorito de All Might no estaba, entonces se dió vuelta...

— ¡BUENOS DÍAS, HUMANO BRÓCOLI!

Allí estaban, los esqueletos de su sueño desayunando en la cocina de su casa.

Izuku se quedó pasmado por un momento, tratando de procesar lo que estaba ocurriendo.

No había sido un sueño.

— ¿¡Q-QUÉ HACEN EN MI CASA!?

— Wow, tranquilo humano. Podemos explicarlo... — dijo el esqueleto que, según había descubierto ayer, se llamaba Ink.

— ¡SOMOS DE OTRO UNIVERSO!

— ¡Blueberry, no lo asustes! — lo regañó Ink, hasta que sintió como una... ¿caja de leche? lo golpeaba en la cabeza.

— ¡S-salgan de mi casa! ¡O-o si no me veré obligado a llamar a la policía! — les gritó Izuku, quien al parecer era el que les había tirado la leche.

— ¡T-Tranquilo amigo, no te haremos daño! Si te calmas te explicaremos todo... — el esqueleto cubierto de leche trató de acercarse, cuando vio como el adolescente agarraba su celular y comenzaba a marcar a la policía — ¡E-ESPERA!